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Holbox soportaría hasta 9,000 cuartos de hotel
Las unidades, también para Chiquilá, son parámetros tope, es decir, el máximo de construcciones propuesto a un plazo de 25 años.
Cancún, QR. Tras varios meses de espera, la firma canadiense Stantec concluyó que la isla virgen de Holbox soportaría la construcción de hasta 9,000 cuartos de hotel en un proceso gradual de desarrollo a 20 años, mientras que la zona conocida como Chiquilá podría albergar hasta 12,000 unidades de construcción.
La empresa Stantec es la tercera instancia, es decir, la firma independiente, pagada con recursos privados, cuyo papel debía ser la elaboración de una propuesta imparcial que determinase con base en criterios técnicos y jurídicos la mejor opción de desarrollo sustentable para la Isla Grande de Holbox y Chiquilá, ambas comprendidas dentro de la Reserva de Flora y Fauna de Yum Balam (norte de Quintana Roo, municipio de Lázaro Cárdenas), la cual fue declarada Área Natural Protegida (ANP) desde 1994, pero desde entonces carece de un plan de manejo ambiental que fije los parámetros de aprovechamiento sustentable de ésta.
Las conclusiones a las que llegó la firma ahora se considerarán como el aporte del Consejo Asesor de Holbox al proceso de elaboración del plan de manejo de esta ANP y podrían determinar los parámetros finales de densidad de cuartos hoteleros o unidades de construcción que se le asignen a estas dos zonas de alta fragilidad ambiental. El plan de manejo deberá estar listo antes de noviembre próximo, previo a que concluya la actual administración federal.
El Consejo Asesor de Holbox está conformado por ejidatarios, propietarios privados de terrenos en Holbox y Chiquilá, prestadores de servicios turísticos, asociaciones ambientalistas, instituciones académicas y autoridades de los tres niveles de gobierno.
Alberto Labastida Barrios, director general de la Fundación Pedro y Elena Hernández, encargada de la contratación de la consultora canadiense Stantec, explicó que las unidades para Holbox y para Chiquilá son parámetros tope, es decir, el máximo de construcciones propuesto a un plazo de 20 o 25 años, pero alcanzables de manera gradual, en fases de 3,000 cuartos, apegadas a condicionantes de dos tipos: que haya mecanismos de coadministración del desarrollo con el involucramiento del gobierno, sociedad civil organizada y empresarios; y que se cumplan estrictamente con las exigencias de la ley.
El secretario de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo, Alfredo Arellano Guillermo, comentó en entrevista que proponer la construcción de 9,000 cuartos en Holbox y 12,000 en Chiquilá supondrá a largo plazo un crecimiento poblacional de al menos 400,000 personas, aunado a la demanda de agua potable y demás servicios básicos para esa población, pero ni el gobierno municipal de Lázaro Cárdenas ni el gobierno el estado tienen las capacidades técnicas ni financieras para atender esos escenarios.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental refiere que los resultados presentados por Stantec no aportaron datos sobre los impactos ambientales que tendrá el desarrollo hotelero en el frágil entorno de la isla, tanto por demanda de agua potable, como por el desplazamiento de especies silvestre o la erosión de la playa.
Ricardo Gómez Lozano, director regional de la Península de Yucatán y Caribe Mexicano de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), comentó que los resultados del estudio son “un insumo más” en el proceso de elaboración del plan de manejo ambiental de Yum Balam, y deberá estudiarse su viabilidad técnica y jurídica para ser considerados o no dentro de los criterios finales que determinarán los términos en los que se publique el documento final.
Antecedente
En noviembre del 2016, Alejandro del Mazo Maza, titular de la Conanp, presentó en Cancún un primer borrador del plan de manejo de Yum Balam, el cual sólo planteaba que se permitiese construir en Holbox hasta 800 palafitos para hospedaje turístico en toda la isla, sin posibilidad de construir ningún otro tipo estructura hotelera o de vivienda tierra adentro de la ínsula, por los riesgos que suponía para el frágil equilibrio natural de Holbox.
Esta propuesta prohibía el ingreso de PET y unicel a la Isla Grande y a la Isla Chica y regulaba actividades turísticas.
Únicamente permitía construir infraestructura pública o privada destinada al desarrollo de los servicios de apoyo a los hoteles ecoturísticos tipo palafitos.
Dicha propuesta no prosperó ante la inconformidad de los diferentes sectores de Holbox.