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Istmo de Tehuantepec se perfila como líder en la producción de hidrógeno verde
El Istmo de Tehuantepec se encamina a consolidarse como el mayor productor de hidrógeno verde del país, de cara a la transición energética.
El Corredor Interoceánico, según autoridades, busca conectar el Golfo de México y el Pacífico y con ello aumentar el desarrollo. Foto: Cuartoscuro
El Istmo de Tehuantepec se encamina a consolidarse como el mayor productor de hidrógeno verde del país, de cara a la transición energética.
Uno de los proyectos en la región contempla una inversión de 10,000 millones de dólares para uso en el transporte marítimo, aprovechando los recursos de energía eólica disponibles en la zona y flujo comercial generado por el Corredor Interoceánico, dijo a El Economista, Israel Hurtado, presidente de la Asociación Mexicana de Hidrógeno y Movilidad Sostenible (AMH2), en el marco de The Green Expo, evento de energía verde y sostenibilidad en Ciudad de México.
El proyecto se encuentra en etapas iniciales como la obtención de permisos y la gestión de tierras. Se espera que la producción a gran escala comience en los próximos dos años, “es un proyecto estratégico, no sólo desde el punto de vista logístico y comercial, sino también como una plataforma para impulsar la generación y distribución de hidrógeno verde en México”, afirmó.
De acuerdo con el Fideicomiso para el Desarrollo Regional del Sur Sureste (Fidesur), el Istmo de Tehuantepec tiene un alto potencial para la generación de energías verdes, especialmente eólica marina en la cuenca sur; este recurso complementado con la energía solar facilitaría el establecimiento de un hub energético en la región; además, permitirá la producción de hidrógeno verde y electricidad a partir de fuentes renovables, creando una cadena de valor regional para la fabricación de componentes esenciales, como aerogeneradores y electrolizadores.
Según Hurtado, el Corredor Interoceánico ofrece una ventaja competitiva única al conectar dos océanos y al mismo tiempo aprovechar el potencial eólico del Istmo para la producción de hidrógeno verde, combinación que “puede posicionar a México como un líder en la generación y exportación de este tipo de energía a nivel internacional”.
El proyecto del Corredor Interoceánico incluye la modernización de infraestructura existente, como vías férreas y puertos, esta infraestructura permitirá a México estar mejor preparado para satisfacer la creciente demanda de energías limpias en los mercados internacionales.
El desarrollo de proyectos de hidrógeno verde requiere un esfuerzo conjunto entre empresas, gobierno y comunidades locales, “sólo así podremos maximizar el potencial de esta región y contribuir a los objetivos de descarbonización del país”, con los incentivos y políticas adecuadas, el Corredor Interoceánico puede convertirse en un modelo a seguir para otras regiones del mundo interesadas en el desarrollo de energías sostenibles.
Potencial en todas las regiones
Aunque actualmente no hay producción a gran escala, México es un territorio privilegiado por la disponibilidad de recursos renovables que pueden ser utilizados. Hay 15 proyectos de hidrógeno verde en estados como Campeche, Sinaloa, Baja California y el ya mencionado en Oaxaca, que suman un monto de 20,000 millones de dólares.
Por otro lado, en la Península de Yucatán se proyecta otro hub energético con potencial para el hidrógeno verde y derivados, que abarcaría desde Sisal hasta Ciudad del Carmen, aprovechando las condiciones favorables para la generación de energía eólica y solar, así como la experiencia en operaciones costa afuera adquirida en la industria petrolera, de acuerdo con Fidesur. “Los beneficios económicos para estos estados pueden ser amplios, no sólo por la inversión que está llegando, sino también por la generación de empleo y la creación de cadenas de suministro locales”, comentó Hurtado.
“En el norte, el recurso solar es esencial, mientras que en el sur y sureste la energía eólica juega un papel importante”, también el hidrógeno verde puede resultar de la utilización de diferentes materias primas, como agua tratada, agua de mar y biomasa a partir de residuos, lo que ofrece flexibilidad en su implementación dependiendo de la ubicación de los proyectos, detalló el experto.
La Asociación Mexicana de Hidrógeno, fundada hace tres años, cuenta con la participación de casi 60 empresas que abarcan toda la cadena de valor del hidrógeno, “nuestro trabajo se centra en la divulgación de los beneficios y el acompañamiento a empresas”.
