Piden regular manejo de residuos

En Querétaro, operan tres empresas que se dedican al reciclado y destrucción de refrigerantes que no cuentan con la autorización de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), dicho proceso está generando graves daños ambientales, denunció el presidente de la Asociación Civil México Comunicación y Ambiente, Carlos Álvarez Flores.

Ante esta situación, la Asociación Civil interpuso tres denuncias en el Distrito Federal desde el 2012 y, una más en Querétaro, en julio del año pasado, pero la dependencia federal aún no actúa contra de estas compañías.

Álvarez Flores indicó que en el país hay 100 centros de acopio y destrucción, así como 14 centros de reciclado de refrigerantes, que fueron designados por el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (Fide) dentro del programa ?nacional de sustitución de refrigeradores, electrodomésticos e industriales.

Lo anterior tienen el propósito de ahorrar energía y eliminar gases refrigerantes desde el 2008; sin embargo, sólo cuatro de ellos tienen la autorización.

Repercusiones

Las empresas que operan en la entidad y se encuentran en San Juan del Río y en la capital, expuso, no cumplen con el protocolo para dejar de utilizar sustancias que dañan la capa de ozono, ?por lo que la organización está pidiendo que se les aplique una multa por 50,000 salarios mínimos, es decir, 2,500 millones de pesos a cada una.

A decir del activista, el incumplimiento de las normas internacionales en el manejo de estos materiales genera un daño que impacta directamente a la capa de ozono y, es necesario que la Profepa se encargue ?de revisar a estas empresas y las clausure.

Añadió que este tipo de situaciones deben ser consideradas por las autoridades locales, específicamente, por la Legislatura local, dado que en Querétaro se está trabajando en una ley en materia de cambio climático para ?que se disminuyan las emisiones de contaminantes.

Carlos Álvarez indicó que en México existen más de 12 millones de equipos refrigerantes y de aire acondicionado, lo cual preocupa a los grupos ambientalistas por los daños que generan a la capa de ozono.

socorro.cordova@eleconomista.mx