Productos hechos en México son motor de desarrollo: Consejo Regulador de Tequila

Las Denominaciones de Origen (DO) en México constituyen un motor para el desarrollo económico regional y un importante ingreso fiscal y de divisas para el país por lo que, además de los 18 productos que ya cuentan con la DO en México, otros productos deberían replicar el modelo, comentó a El Economista, el director del Consejo Regulador del Tequila (CRT), Ramón González.

Aclaró que además de la DO, los productos protegidos deben contar con un organismo evaluador de la conformidad que se encargue de supervisar el cumplimiento de la norma.

Para mostrar el beneficio económico y desarrollo regional que pueden generar los productos con DO y su respectivo organismo evaluador, González Figueroa mencionó que, aún cuando la declaratoria de la Denominación de Origen Tequila fue emitida por el gobierno federal en 1974, fue hasta la conformación del CRT en 1994 cuando la bebida comenzó a generar resultados positivos.    

“Durante 20 años la industria no creció nada. Subía un millón de litros, bajaba un millón de litros; y de los 100 millones que se producían, 50 millones eran para el mercado nacional y 50 millones para la exportación; mientras que, de enero a diciembre de 2022, esos 50 millones pasaron a 416.8 millones de litros”, resaltó González.

Asimismo, dijo, le bebida generó de enero a diciembre de 2022, ingresos fiscales por 7,800 millones de pesos, sólo por concepto del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS), ello sin considerar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y las divisas que llegan al país a través de las exportaciones tequileras.  

Actualmente, México cuenta con 18 Denominaciones de Origen de las cuales, 15 son agroindustriales y tres corresponden a artesanías, y en conjunto, corresponden a 23 estados del país. 

De los 18 productos protegidos, seis son bebidas alcohólicas: tequila, mezcal, bacanora, sotol, charanda y raicilla; además, se encuentran también el café de Veracruz y café de Chiapas; el ámbar de Chiapas, el mango Ataúlfo del soconusco de Chiapas, la talavera de Puebla, las lacas de Olinalá de Guerrero, el chile habanero de la península de Yucatán, el chile de Yahualica, el cacao Grijalva de Tabasco, el café pluma de Oaxaca, arroz de Morelos y la vainilla de Papantla.

Pese a que la protección genera un valor agregado a esos productos, la falta de un organismo evaluador de la conformidad, o la existencia de más de uno -como ocurre con el mezcal que tiene cinco-, impiden su crecimiento y el desarrollo de las regiones del país de donde son originarios, según mencionó el director del CRT.  

“Tenemos una gran oportunidad de que el Estado Mexicano genere una política pública a favor de las Denominaciones de Origen; podría ser una herramienta donde el más beneficiado, como hoy lo vemos en el tequila, sean los agricultores”, subrayó.

“Nosotros seguiremos, a través de la Asociación Nacional de Denominaciones de Origen, buscando reforzar nuestras denominaciones, así como los vinos de La Rioja, Ribera del Duero, el Brandy de Jerez, los quesos manchegos, el Cognac, el Champagne, el Parmigiano Raggiano, la cerveza de Bavaria, el Prosecco, el Prosciutto de Parma”, puntualizó.