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Puebla, con pérdida de 250 empleos por cierre de 38 restaurantes
De acuerdo con la Apresac de Puebla, los negocios se vieron obligados a cerrar debido a las bajas ventas, ya que las restricciones de los bancos para otorgar préstamos fueron demasiadas.
Puebla, Pue. Al menos 38 negocios de la Asociación Poblana de Restaurantes y Prestadores de Servicios (Apresac) bajaron cortina por las bajas ventas y no pudieron regresar en el 2022, lo que representó la pérdida de 250 empleos, informó el presidente Arturo Delgado Ramírez.
Explicó que los dueños de los negocios cerrados no tuvieron recursos para reabrir, porque los bancos se cerraron a darles préstamos, al considerarlos de alto riesgo para pagar.
El dirigente expuso que cada establecimiento tenía de tres a seis años en servicio; sin embargo, no aguantaron las condiciones, primero cerraron cinco meses (de marzo a julio en el 2020) y luego tuvieron que vender comida solo para llevar en gran parte del año pasado, lo cual sólo les dejaba 10% de ingresos.
Mencionó que el resto de los restaurantes comienzan a tener más actividad, en el caso de 60% de sus 340 socios, estos siguen teniendo ventas a 50% de lunes a viernes y en fines de semana suben a 70%, pero “es insuficiente cuando se viene de un periodo crítico en la economía”.
Delgado Ramírez indicó que las autoridades tienen una percepción de que los sectores se van recuperando más rápido, lo cual no comparten, porque quienes “van al día” son los empresarios y eso se refleja en que algunos tienen deudas que se van incrementando porque van pagando conforme a sus ventas y a la vez invirtiendo para subsistir.
Comentó que aun cuando piden a las autoridades municipales y estatales que promocionen a Puebla, no los apoyan, dejando solos a los empresarios del sector turístico, mientras que en otras entidades sí hay apoyo para la reactivación económica.
Por otro lado, Delgado Ramírez reconoció que están presentando un problema de alta rotación de personal en el presente año, lo cual es perjudicial porque deben estar capacitando a los nuevos empleados, quienes se quedan máximo siete meses y migran.
Admitió que estos movimientos se van dando por la apertura de nuevos restaurantes o los que están invirtiendo para ampliarse requieren más personal.
“Los empleados se van por 300 pesos más o donde haya más oportunidad de propinas, lo cual es entendible por el entorno económico que se mueve Puebla y el país, pero no deja de ser perjudicial para el sector restaurantero”, comentó.