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Región sur del país presenta la mayor caída en exportaciones

Durante el primer semestre del año, Quintana Roo, Campeche, Chiapas, Michoacán y Veracruz registraron las disminuciones más pronunciadas en ventas al exterior.

GRÁFICO: EE

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A pesar del esfuerzo del gobierno federal para cerrar la brecha económica del sur con el resto del país, a través de grandes obras de infraestructura, esta región aún presenta rezago en comercio exterior.

Especialista coincidieron que el sur del país seguirá en desasosiego en materia de exportaciones debido a que la Federación ha impulsado en mayor medida proyectos con más potencial turístico en esta región, como el Tren Maya.

Añadieron que para competir con otras zonas de México la administración federal necesita replantearse sus estrategias de impacto industrial, siendo insuficiente el Corredor Transístmico.

De acuerdo con datos el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el primer semestre del 2023, Quintana Roo presentó la caída anual más pronunciada en exportaciones, de 86.7 por ciento.

Le siguieron en mayores bajas de las ventas al exterior Campeche (28.3%), Chiapas (23.8%), Michoacán (16.5%) y Veracruz (15.0 por ciento).

“No es suficiente con invertir en el Tren Maya y el Corredor Interoceánico, se necesitan otras cosas, otros impulsos, otros temas de política industrial. Para realmente impulsar las exportaciones de manera sostenida hay que pensar en el potencial real que tienen estas obras, hay que ver si una vez concluidas pueden realmente impulsar al sector exportador de esos estados”, explicó a El Economista Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

Añadió que se necesita generar un plan regional que involucre a todos los estados, que no solamente se centre en Oaxaca y Veracruz, sino que incluya a estados como Guerrero y Chiapas.

Sumado a que las áreas de oportunidad deben centrarse en la capacidad agroindustrial de la zona, a la par de un análisis sobre qué más puede detonarse; en concreto, se necesitan “inversiones bien planeadas, estructuradas y dirigidas”.

Para el académico del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, Héctor Magaña, la disminución de la región sur-sureste del país en exportaciones debe tomarse como un indicativo, como un diagnóstico, de qué hay que reforzar en el sector industrial.

Ahondó que debe tocarse el punto de que si realmente el sur logrará la diversificación económica o si seguirá dependiendo del turismo. Sobre ello, expuso que uno de los ejemplos de que la actividad turística está teniendo mayor relevancia que la industria en esta región es Quintana Roo, en donde su infraestructura industrial, como el Parque Industrial con Recinto Fiscalizado Estratégico, pasó a segundo plano.

“Los esfuerzos se encuentran enfocados en la culminación de grandes proyectos, como el aeropuerto de Tulum, de manera que los recintos fiscalizados y los proyectos industriales de la entidad han quedado en segundo plano”, comentó.

Inversión privada y operatividad

Al señalar que el impacto positivo que se ve para el sur por las inversiones gubernamentales se está centrando en la construcción y el consumo, el economista de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Humberto Banda Ortiz, aseguró que lo que necesita esta región del país es que incremente la inversión privada y que se garantice la operatividad de las empresas.

“Por años, a nivel local se ha trabajado para el desarrollo del Bajío, ésa es una de las grandes diferencias. Tiene infraestructura, conectividad, abastecimiento energético y un músculo de plantas instaladas. Y la región sur básicamente todavía no tiene nada que hacer en ese aspecto, su fortaleza sería lo agroindustrial y es algo que no se ha aprovechado”, recalcó al añadir que deben instalarse plantas y compañías industriales alrededor del Istmo de Tehuantepec.

Adicionalmente, el académico del Tecnológico de Monterrey precisó que los resultados de la inversión en los proyectos industriales del sur-sureste no se darán en el corto plazo, de manera que los beneficios en las exportaciones de la región se podrían reflejar hasta el siguiente año y así saber si proyectos como Dos Bocas o el Corredor Interoceánico están funcionando.

“El Istmo de Tehuantepec va a ser una gran ventaja, cuando ya esté concluido hará que lleguen muchas empresas, disminuirían los costos de traslado y de transportación. Sería una oportunidad para impulsar las exportaciones, pero las entidades del sur tienen que hacer lo suyo, deben tener un personal más capacitado”, añadió Kristobal Melendez, analista económico y financiero.

Relocalización

Banda Ortiz precisó que el nearshoring si bien representa una oportunidad para los estados del país, puede provocar que la brecha entre regiones se agudice, más en un contexto en el que el sur del país puede quedarse atrás.

“El Bajío ya está aprovechando la relocalización. Lo que se puede ver es que esta zona seguiría creciendo en exportaciones, y el reto será ver si el sur lo logra”, consideró.

“Ya vemos que en la primera mitad del año ya hay estados que están aprovechando este impulso. El comercio exterior del país está teniendo impulso por el nearshoring, pero el reto es ver cómo hacer que Chiapas, Oaxaca, lo aprovechen”, expuso la especialista del Imco.

estados@eleconomista.mx

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