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Tabasco obtiene primer lugar en crecimiento económico, pero también en rezago social
En la entidad petrolera, 24.0% de los hogares declaró que experimentaron quedarse sin comida por falta de dinero o recursos.
Tabasco es el estado con la mayor paradoja económica del país al ocupar el primer lugar en crecimiento, pero también la cima en el porcentaje de familias que no tuvieron los recursos para llevar alimentos a la mesa.
Especialistas consultados por El Economista coincidieron en que ser una de las entidades con mayor crecimiento económico no garantiza que la población se vea beneficiada si no se desarrolla un plan enfocado en atender el rezago social.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Tabasco registró el mayor incremento del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) entre el cierre del 2019, previo a la pandemia, y los primeros tres meses del 2023, con una tasa de 24.3 por ciento.
Dicha alza postpandemia derivó principalmente del efecto de la refinería de Dos Bocas en la industria de la construcción.
Sin embargo, también se ubicó como el estado con el mayor porcentaje de hogares que experimentaron en el último trimestre del año pasado quedarse sin comida por falta de dinero o recursos, con 24.0% del total.
Para el especialista Kristobal Melendez, Tabasco es otro de los casos críticos que han ocurrido a lo largo de los años en materia de desarrollo y crecimiento, “tanto a nivel subnacional como internacional ha pasado que hay entidades que concentran proyectos importantes de infraestructura, pero que no impactan en la calidad de vida de las personas”.
Derivado de esta premisa, la coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Ana Gutiérrez, precisó que hay una serie de factores que explican por qué la población de Tabasco no se ha visto beneficiada por los proyectos de la refinería de Dos Bocas, y del Tren Maya.
En primer lugar, comentó, desde que se anunció la creación de estos dos proyectos federales, a nivel estatal no se elaboró una política pública de desarrollo socioeconómico, contemplando el rezago que tiene la entidad y las áreas de oportunidad en materia de crecimiento económico.
En sintonía, añadió la presidenta del Colegio de Economistas de Aguascalientes, Dafne Viramontes, se suma que no se buscó integrar o desarrollar cadenas de proveeduría en el estado, que puedan abastecer en materia de construcción o de atender las necesidades que se tienen alrededor de las etapas actuales de la refinería y del Tren Maya.
“Son sectores bastante cerrados y las cadenas que se pueden generar en proveeduría tienen difícil acceso. Para estas cadenas se puede generar una derrama económica muy importante, con ellas se puede beneficiar mucho la economía local”, dijo.
Sin estructura redistributiva
Otro factor, indicó la especialista del Imco, y que va de la mano, es que no se creó una estructura económica redistributiva, esto a partir de los niveles de marginación que ha presentado Tabasco en décadas, como en educación.
“Una entidad como Tabasco, en términos de las carreras que existen en sus universidades, no se ha preparado para recibir proyectos de esta magnitud. Por ello no cuenta con el suficiente personal técnico especializado, por eso no hay quien aprovecha esas oportunidades”, indicó Dafne Viramontes.
Lo que ocurre, añadió, es que no se revisó el tipo de talento humano que concentra Tabasco, si era especializado, si se podía beneficiar por la construcción de una refinería y por este tipo de industria.
“Los proyectos que se están desarrollando requieren personal altamente especializado, por lo que los empleos que han generado estos sectores no necesariamente son asequibles para toda la población de Tabasco. En muchas ocasiones las empresas deciden que es mejor trasladar personas de otras entidades del país, o incluso de otros países. El problema fue que no se revisó la capacidad de la población y a partir de ahí generar políticas públicas sociales”, consideró.
Para Héctor Magaña, académico del Tecnológico de Monterrey, otro factor es que la elevada inflación, particularmente de los alimentos, también ha provocado que a varios hogares les sea insuficiente adquirir la alimentación necesaria.
Durante la primera quincena de julio pasado, la inflación anual de alimentos en Tabasco se ubicó 6.34%, superior al índice general, de 4.45 por ciento.
