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Finanzas Personales

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8M: el camino hacia la igualdad de género y financiera

Pese a los avances en inclusión financiera, aún permea la brecha de género respecto al acceso de las mujeres a productos y servicios.

Foto EE: Archivo

Foto EE: Archivo

Este 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, que más que una celebración lleva a una reflexión sobre las demandas que ellas han exigido y que cada vez toman más fuerza, de las cuales destacan el acceso que tienen a los servicios financieros así como su independencia financiera.

Con la llegada de la pandemia, esta desigualdad se agudizó más, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el 2020, más de 1 millón de mujeres dejaron o perdieron su trabajo.

Entre ellas se encuentra Julieta Vázquez, quien en junio pasado fue despedida de su empleo, donde se desempeñaba como diseñadora gráfica.

“Aunque deseaba que no fuera parte del recorte que anunciaron semanas atrás, estaba consciente de que ese momento podría llegar y así fue. Estuve en esa empresa casi seis años, afortunadamente mi paga fue buena y no tuve problemas, como fue el caso de otros compañeros y compañeras que sí se vieron afectado su finiquito, porque les pagaron menos de lo que les correspondía o aún siguen en el proceso”, relató.

Por una parte Julieta sintió alivio de contar con ahorros y su liquidación, pero por otro, el panorama se vio poco alentador al ver que la ola de despidos era masiva por los estragos de la pandemia.

A su vez, Michelle Mejía, empleada en medios de difusión, señaló que afortunadamente en lo económico la pandemia no ha lastimado a ella ni su familia. Señaló que en su hogar, ella es la única que debe salir a trabajar mientras que los demás miembros lo hacen de manera remota.

En cuestión de ingresos, estar en casa representó una reducción en gastos y hasta un ahorro, los gastos hormiga se redujeron considerablemente y se destinaron al ahorro para afrontar cualquier emergencia.

“Lo único en que he gastado es en las pruebas Covid-19, nos hemos hecho cuatro a lo largo de la pandemia, hemos buscado laboratorios accesibles por ser bastante caras, debido a que soy la única que sigue saliendo a trabajar”, explicó.

Oportunidades a medias

Durante los meses posteriores, Julieta aplicó para algunas vacantes sin embargo la frustración se convirtió en coraje cuando encontró una oportunidad, y aunque el sueldo no se acercaba a lo que ganaba anteriormente, pensaba que podría aprovechar en lo que encontraba algo similar.

“No me extrañó encontrar otras vacantes con menos paga, a veces como por desgracia dicen ‘es lo que hay’. El problema surgió cuando un colega ingresó pocas semanas después, ganando más que yo y haciendo las mismas funciones, con el el mismo horario y la misma jornada. El que fue mi jefe tenía algunos tratos muy groseros con otros compañeros, incluyéndome. Estaba consciente de mi situación si perdía el empleo, pero no iba a permitir ese tipo de tratos y sólo permanecí tres meses ahí”, comentó.

Actualmente Julieta encontró una nueva oportunidad en su campo laboral y en el que prevé que pronto vuelva a la normalidad, en tanto, durante estos meses tuvo que unir esfuerzos.

“Me asocié con una compañera que vende algunos productos como cosméticos, ropa, accesorios y cuando le comenté mi situación me propuso unirme con ella para realizar algunas ventas. Hasta ahora ese ha sido mi soporte junto con mis ahorros. Tuve que reducir muchos gastos a los que estaba acostumbrada pero supe adaptarme a las circunstancia y a pesar de que ya encontré un nuevo empleo en mi área, continuaré con estas ventas como un ingreso extra. Creo que aún se requieren muchas oportunidades para nosotras y así podamos llegar un día esa igualdad en salarios y oportunidades laborales”, comentó.

finanzas.personales@eleconomista.mx

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