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Antes de contratar, revise lo que incluye un paquete funerario
Ante una falta de cultura de previsión es importante contar con las herramientas y asesoría pertinentes para evitar gastos de más.
La muerte de un ser querido es una de las situaciones más dolorosas que puede vivir cualquier persona. Cuando las familias atraviesan un momento así, además de lidiar con la pérdida del ser amado, también deben enfrentar el papeleo de los trámites de defunción, así como la contratación de los servicios funerarios.
Desgraciadamente y por una falta de cultura de previsión, la mayoría de las familias terminan contratando un servicio de esta índole cuando se presenta la emergencia, lo que impide comparar los servicios y precios que ofrece este mercado.
La comparadora de servicios funerarios Khibuq indicó que al requerir un servicio de uso inmediato, uno de los riesgos a los que se exponen los deudos son las malas prácticas en esta industria, pues las funerarias, principalmente las ilegales, lucran con la necesidad de un servicio funerario de emergencia, en donde los costos se pueden incrementar hasta 90 por ciento.
Advirtió que los familiares pueden ser víctimas de empresas que no cuentan con los permisos legales ni sanitarios, por lo que además de pagar por un servicio caro, podría poner en riesgo el descanso final del ser querido.
Datos del Consejo Mexicano de Empresas de Servicios Funerarios (Comesef), clasifican los paquetes funerarios en básicos, intermedios y de lujo. La diferencia entre cada uno depende de los servicios que ofrece y los costos por ello, por ejemplo, un servicio básico inmediato va de 3,000 hasta 17,400 pesos aproximadamente; en tanto que uno intermedio puede tener un valor hasta de 70,000 pesos y los servicios de lujo ascender a 100,000 pesos, en promedio.
De manera general, todos los servicios funerarios incluyen servicios básicos como la recolección del cuerpo, el arreglo estético del mismo, el embalsamado, traslado en carroza, préstamo del equipo de velación y en casi todos los casos incluyen la capilla. Mientras que algunos servicios adicionales, como el traslado de un cuerpo a otro estado del país o la acuamación (acelerar la descomposición natural del cuerpo sometiéndolo a agua de elevada temperatura mezclada con habilitadores químicos en un cilindro sellado), eleva el costo.
Que no sea letra muerta
En opinión de Khibuq, una manera de conocer y corroborar la información que ofrecen las funerarias es revisar minuciosamente el contrato y las características de éste, los plazos y montos de las mensualidades, estos deben coincidir con lo que se establece en el documento.
“Es importante percatarnos de que toda la información del contrato coincida, ya que cada funeraria trabaja con un plan de adhesión diferente. También se debe prestar atención a los plazos, características y servicios que estamos adquiriendo”, aseguró en entrevista.
Óscar Chávez, director de planeación y nuevos negocios de Grupo Gayosso, indicó que se debe tener muy claro qué se necesita cuando fallece una persona.
Detalló que antes de firmar el contrato, deben fijarse en las letras chiquitas y detalles. Esto, lamentó, porque la industria funeraria en México está poco regulada y hay agencias que ofrecen servicios incompletos.
“Lo que quiere la familia en ese momento es enfocarse en despedirse de su ser querido e iniciar su duelo, además de que en ese momento no se tiene cabeza para pensar y tomar decisiones. De inicio, deben fijarse muy bien que (el servicio contratado) incluya una sala con sus servicios, los traslados locales al mausoleo o cementerio, pero sobre todo, tener mucho cuidado con los temas gubernamentales”, afirmó.
Evite una funeraria ilegal
Además de revisar lo que contiene el servicio y las letras chiquitas del contrato, otra cuestión de vital importancia es que la empresa funeraria sea legal. Para Khibuq, es fundamental corroborar que la agencia fúnebre esté legalmente establecida, esto se puede constatar con la licencia de operación y los permisos de salubridad que emiten las áreas legales correspondientes y con los cuales todas las funerarias deben contar.
Alertó que 60% de las funerarias establecidas no cuentan con un permiso para operar como tal, sino con permisos de compra venta de ataúdes, y las malas prácticas a las que se está expuesto el cliente serían, por ejemplo; el reúso de materiales con los que se trabaja, como los ataúdes, además de todos los riesgos sanitarios que esto implica.