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Cómo dar el salto del ahorro a la inversión
Las metas que se ha trazado pueden convertirse más rápidamente en una realidad, si decide a poner a su dinero a trabajar. Hay productos financieros para todos, no importa si es principiante o experto.
Comprar un auto, ir de viaje, pagarse un diplomado, independizarse, entre otras cosas, son metas que tienen los jóvenes cuando comienzan a recibir ingresos; hacer del ahorro un hábito es el primer paso para poder lograrlas y si después se deciden a invertir, las posibilidades de alcanzar las metas propuestas serán mayores y en menor tiempo.
En cuanto se comienza a recibir un ingreso, lo más importante es crear un cuadro de presupuesto a un año, en el cual se tengan claros todos los pagos fijos por hacer (tarjetas de crédito, rentas, planes telefónicos), tener una cantidad para gastos extras (diversión, emergencias, imprevistos, etcétera) y establecer un monto específico de ahorro, que deberá ser el mismo mensual o quincenalmente, para que así se haga un hábito y, cuando se tenga la cantidad deseada, poder invertirla en alguno de los productos financieros que existen. Es importante también tener clara la meta financiera, es decir, saber qué quiero y en cuánto tiempo lo quiero concretar.
Es común pensar que las inversiones sólo se hacen con grandes cantidades y por expertos accionistas, pero existe una gran cantidad de instrumentos financieros que ofrecen diversas opciones, de acuerdo con perfil del interesado.
Para poder definirlo es necesario acudir con un asesor (bancario o personal) que de acuerdo con la edad, los ingresos, la tolerancia al riesgo, las metas financieras, entre otras cosas, ayude a definir cuáles de los productos serían los más aptos para el inversionista principiante. Junto con esos datos y los intereses personales, el asesor puede definir perfiles arriesgados (invirtiendo en títulos accionarios, que tienen más fluctuación), conservadores (se les recomienda invertir en bonos emitidos por el gobierno) o conservadores (puede invertir en la deuda que emiten las empresas) , dice Daniel Gorinstein, asesor de negocios.
Es importante que si se busca comenzar a invertir, busque empaparse de temas y términos financieros; aunque los jóvenes los vean complicados, si se empiezan a informar y a leer, el lenguaje se les hará más fácil, sugiere Goristein.
José Antonio Díaz, especialista en finanzas personales, también considera conveniente que se comiencen a usar simuladores de inversión para familiarizarse con el tema, es como un juego, en el que te dan 1 millón de pesos y tú puedes invertir , menciona.
Antes de dar el primer paso, algunos consejos
Los expertos recomiendan que para comenzar a invertir es necesario tener en cuenta algunos consejos:
- En primer lugar, diversificar, es decir, no poner todo en un solo instrumento, es bueno separar el dinero e invertir en varios, para tener mayor seguridad y también mayores rendimientos al término del plazo.
- Igualmente, es importante considerar que los rendimientos deben estar por arriba de la inflación, para tener una ganancia y no perder poder adquisitivo.
- Por último, juegue con simuladores de inversión, disponibles de forma gratuita en las páginas web.
Aquí, algunos de los instrumentos para comenzar ?a invertir
Fondos de inversión: son instrumentos sencillos, a través de los cuales se juntan recursos de varios inversionistas para comprar activos que no podrían comprar de manera individual; pueden abrirse con desde 1,000 hasta 100,000 pesos, depende de la institución financiera; los hay a diversos plazos, es decir, no se puede disponer del dinero antes del plazo acordado y el rendimiento que ofrecen es poco.
Los más comunes son los de deuda (que invierten en papeles de deuda gubernamental, de gobiernos extranjeros o empresas) y los de renta variable (que pueden invertir en acciones que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores).
Cetes: son instrumentos que emite el gobierno federal y puede invertirse en ellos con desde 100 pesos, con vigencia desde uno, tres, seis meses o un año. La gran ventaja que ofrecen es la seguridad, ya que el que respalda la inversión es el propio gobierno y la tasa de interés se puede cobrar al final del periodo establecido.
Pagarés: mediante este instrumento, el usuario presta una cantidad al banco y la institución se compromete a devolverla en un periodo determinado con un rendimiento previamente establecido. Los montos pueden ir desde 1,000, hasta 10,000 pesos, y el rendimiento es desde 2.5%, según la institución.
Afores: además del ahorro obligatorio que se realiza, se pueden hacer aportaciones voluntarias a la cuenta individual de la afore, para aprovechar los rendimientos que ésta ofrece y que, de acuerdo con la institución, alcanzan hasta 12%, éste es un instrumento muy útil si se busca conseguir un ahorro para un fin específico a mediano o largo plazo, además de que es una excelente forma de aumentar la pensión recibida al momento de jubilarse.
Otra de las ventajas es que se puede aportar cualquier cantidad, además de elegir el plazo que más convenga para disponer del dinero.
anaid.diaz@eleconomista.mx