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¿Cuál es la diferencia entre salario neto y salario bruto?
Intentamos aquí develar los misterios del salario en sus diferentes advocaciones: salario bruto y salario neto, el antes y el después de enterarte de que lo que has ganado con el sudor de tu frente te es entregado tras restarle los impuestos y otros conceptos.
A la sentencia bíblica Te ganarás el pan con el sudor de tu frente habría que aladir la cláusula de y pagar impuestos por él antes de comerlo , oculta por el creador para no amargarle el futuro a Adán y Eva. Y es que el salario el equivalente del pan del que habla el Libro del Génesis , que entraña un drama para su consecución, alcanza el clímax trágico cuando se tiene presente que hay que pagar impuestos.
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Para no ser tomado por sorpresa y ayudar a aminorar esta tragedia, intentamos aquí develar los misterios del salario en sus diferentes advocaciones: salario bruto y salario neto, el antes y el despúes de enterarte de que lo que has ganado con el sudor de tu frente te es entregado tras restarle los impuestos y otros conceptos.
El salario es la cantidad económica que recibe el trabajador como pago de sus labores.
El salario bruto es la cantidad total que percibe el trabajador el pan completo en su nómina y que comprende al salario base, los complementos salariales, las horas extra, las prestaciones y las indemnizaciones.
El salario neto es la cantidad final que percibe el trabajador después de aplicar las retenciones al salario bruto, y que resulta tras restarle las aportaciones de seguridad social y retenciones de impuestos establecidos según la ley mexicana.
Aportaciones de seguridad social
Las cuotas obrero-patronales son la suma total de dinero aportado al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por el trabajador, patrones y la cuota social que aporta el gobierno mexicano. Su finalidad es formar un patrimonio para el trabajador para el retiro, la cesantía y vejez, y garantizarle la seguridad social; en conjunto conforman la cuenta individual del trabajador. Las sumas que se aportan se calculan con base en porcentajes establecidos en la Ley del Seguro Social aplicados al salario bruto del trabajador.
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Impuestos
A diferencia de las aportaciones de seguridad social, los impuestos no se pagan de acuerdo con porcentajes fijos aplicados al salario bruto, sino que los porcentajes se modifican de acuerdo al monto del salario. Es decir, mientras mayor es el salario bruto mayor es el porcentaje que paga de impuestos.
Los impuestos con los que la ley mexicana grava los sueldos son el Impuesto Sobre el Producto del Trabajo (ISPT), un gravamen que alcanza a todo lo que se produzca por el trabajo personal, o bien, el trabajo asalariado; el Impuesto sobre la Renta (ISR), un impuesto directo sobre la ganancia neta, y el Impuesto Sobre Nóminas (ISN), un impuesto que cobran los estados y que grava la realización de pagos de dinero por concepto de remuneraciones al trabajo personal en relación de dependencia.
La compañía OCC Mundial, especializada en el mundo laboral, recomienda que ante dos ofertas laborales el trabajador se incline por la que ofrezca mayores prestaciones antes que la que presente un mayor salario bruto. La explicación es simple: a mayor salario bruto, se pagan más impuestos, lo que proporcionalmente determina un menor salario neto, comparado con la oferta con un menor salario bruto pero con mayores prestaciones, y que implicará un mayor salario neto.
La información es necesaria y útil, pues como se sabe en este mundo nada se puede decir que sea seguro, excepto la muerte y los impuestos", como aseguró Benjamín Franklin.
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luis.martinez@eleconomista.mx
rrg
