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Finanzas Personales

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Hasta que las deudas nos separen, ¿le prestarías dinero a un amigo o familiar?

Antes de desembolsar recursos en este tipo de operaciones analiza si esa persona podrá pagarte la deuda que adquirirá contigo; evita perder relaciones sociales y afectar tu economía.

Prestar dinero es una acción que a muchas personas incomoda, el riesgo de que no te paguen y que termines rompiendo relaciones sociales y hasta familiares suele ser alto.

Sin embargo, este método para obtener dinero se usa más de lo que crees. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021, siete de cada 10 personas que ha tenido un crédito informal se lo ha pedido a familiares, y cuatro de cada 10 le ha solicitado dinero prestado a amigos.

¿Le prestarías dinero a un amigo o familiar?

Algunas personas tienen claro que sí lo harían, sobre todo si se trata de individuos de confianza con quien, en este tipo de acciones, han tenido buenas experiencias.

Pero hay otras que opinan que no lo harían por el riesgo que representa no sólo en perder dinero, sino también la relación de amistad o familiar.

Existen algunas frases que definen este miedo o las experiencias que algunos seres humanos han tenido al prestar dinero.

“Cuando tengas ganas de no volver a ver a una persona, préstale dinero” o “Quien te presta dinero es porque te aprecia no porque le sobre. Págale y no te enojes si te cobra”.

Prestar dinero entre conocidos, familiares o amigos es una acción que continuará. Por eso es importante encontrar formas de hacerlo de una forma segura sin quebrantar tu bolsillo ni tus lazos afectivos.

Gerardo Obregón, director general de la fintech de créditos e inversiones Prestadero, destacó que es importante aplicar una serie de mecanismos de seguridad antes de realizar estas operaciones con familiares o amigos.

Por ejemplo, si eres la persona que desembolsará el dinero establece las condiciones en la que lo harás: plazos de pagos, quizá si cobrarás algún interés o recargos si se tardan en pagarte.

“Que no sea sólo de palabra, que se firme un documento donde idealmente se tenga el plan de pagos y los términos en caso de que caiga en mora, es decir, si habrá algún interés moratorio”, destacó.

Esto se puede hacer por medio de un contrato o también a través de uno o varios pagarés. De alguna forma estas dos herramientas le darán seriedad a la transacción y certeza jurídica.

Cuando se trata de amigos, establecer las condiciones mediante contrato o pagaré es más importante porque con ellos no existen esos lazos de sangre que en algunos casos pueden hacer que se condonen las deudas, dijo.

Con un documento que avale que se realizó la transacción puedes emprender acciones jurídicas en caso de impago.

Con el pagaré lo que sucede es que se facilita la cobranza ejecutiva, judicial, al momento de hacer alguna denuncia por impago a diferencia de un simple contrato, destacó Gerardo Obregón.

Si eres quien pide o pedirá el dinero prestado plantea tus esquemas de pagos, ponles fecha y qué pasará si te retrasas con los pagos. Siempre cumple con tus obligaciones adquiridas: paga tus deudas.

Actualmente Prestadero promueve un producto llamado Prestapal, por medio del cual personas particulares pueden prestar dinero a conocidos usando la plataforma de Prestadero.

La ventaja de usar el espacio es que formaliza la operación donde las partes establecen los plazos a pagar y la tasa de interés que se cobrará. La operación tiene impacto en el reporte de crédito de quien toma el dinero, por ejemplo, si paga a tiempo o se retrasa todo eso quedará registrado en su historial, lo cual puede tener impacto positivo o negativo en su vida.

De acuerdo con información del sitio Salud Financiera de BBVA, la existencia de vínculos emocionales hace que muchas veces las personas pasemos por alto que este tipo de operaciones deben formalizarse con un contrato que explique el movimiento de fondos y establezca un plazo para la devolución del dinero.

Dentro del contrato de préstamos entre familiares o amigos, según esta institución, se deben detallar los términos de la operación, desde los datos personales de quienes participan: el prestamista, que es el que presta, prestatario, el que recibe y se obliga a devolver.

yuridia.torres@eleconomista.mx

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