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Niños y jóvenes, vulnerables ante fraudes en videojuegos
Los ciberdelincuentes utilizan el mundo virtual para formar amistad con los menores a fin de llevarlos a páginas falsas para robar datos bancarios.
¿Le regalaste videojuegos a tus hijos?, el número de fraudes y estafas a través de videojuegos online se ha convertido en un problema para los padres. En el mundo gaming donde más de 400 millones de personas juegan a diario, los niños y jóvenes son los más vulnerables.
En el último año, cerca de 17.4 millones de jóvenes de 12 años o más sufrieron ciberacoso, mientras que 18% de los internautas han recibido peticiones de dinero o solicitudes para acceder a algún tipo de información financiera por parte de extraños, indicó la Asociación de Internet Mx.
Un videojuego en teléfono o las consolas son la puerta para que los niños y jóvenes interactúen con distintas personas a nivel mundial, pero eso no es todo, la mayoría de los juegos tienen ganchos que incitan al jugador a gastar dentro del mundo online “se te acabaron las vidas, puedes comprar más” o “existe un nuevo traje para tu avatar”.
Los estafadores hacen uso de la conexión online para hablar o mensajear durante el juego, formar una amistad con los jugadores y conocer la capacidad económica y el interés de los usuarios para adquirir estos ganchos.
“Dentro de las plataformas hay personas que se hacen pasar por niños para tener pláticas e incluso enviar contenido para enganchar a los jóvenes, dicen ‘te comparto esta información de cómo pasar el nivel’, hasta tener una interacción personal”, comentó Pablo Corona, presidente electo de la Asociación de Internet Mx.
Tras obtener la confianza de los usuarios, estos invitan a los jóvenes a acceder a páginas alternas a las oficiales de los videojuegos en las que prometen adquirir desde el avatar, trajes, o vidas adicionales por un precio mucho más bajo; la mayoría de los niños incitados por la amistad online, el videojuego y una rebaja, otorgan los datos de las cuentas bancarias de los padres.
Bajo el mismo esquema de páginas falsas, en algunas ocasiones los productos se ofrecen sin costo, sólo se necesita acceder y, tras ello los ciberdelincuentes instalan un malware en los dispositivos para robar información bancaria, en otros casos realizan el secuestro de información para solicitar después un pago a modo de rescate de dichos datos.
Pablo Corona explicó que estos modelos no solo han afectado a menores sino también a los adultos, puesto que el nivel de involucramiento que generan los videojuegos en los usuarios es alto.
La Asociación de Internet Mx, detalló que en casos graves han detectado que los ciberdelincuentes han solicitado a los niños y adolescentes fotografías íntimas como pago por los accesorios dentro del videojuego.
¡Tú puedes cuidarlos!
Los dispositivos móviles se han convertido en una necesidad para la vida diaria desde la formación académica hasta la comunicación, sin embargo se puede tener conocimiento sobre los videojuegos y aplicaciones que descargan los menores. En México 58% de las familias tienen un sistema control parental.
“Los mecanismos de control parental son una buena herramienta, en los videojuegos existe la posibilidad de establecer límites en horarios, límites en la edad de los videojuegos o clasificación a los que pueden acceder los niños; límites asociados a la cantidad de dinero que pueden gastar o si requiere la autorización de un adulto para poder gastarlo”, comentó.
También es necesario evaluar los tipos de juegos e incluso restringir aquellos que tienen acceso al mundo virtual o en todo caso crear una red segura de usuarios que son amigos y familiares con los cuales se puede jugar.
En el caso de los datos bancarios, una opción es activar los sistemas de verificación en dos pasos en tus cuentas, de este modo, aunque un ciberdelincuente consiguiera las claves, no podría confirmar la transacción.
Los videojuegos son una buena herramienta para formar relaciones sanas entre amigos y familiares. Con el involucramiento de los padres pueden ser una buena herramienta para incentivar la competitividad e incluso sanas prácticas financieras a través de la administración adecuada.