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Finanzas Personales

Lectura 4:00 min

Sal de vacaciones sin llevar efectivo

Estos instrumentos están asegurados por robo y facilitan el control en gastos mejor que una tarjeta de crédito.

¿Es usted de los viajeros que, al irse de vacaciones, regresa a casa con las tarjetas sobregiradas?

Jorge es de esos turistas que se emociona cuando cuenta todo lo que se traído de sus viajes. Aprovecha las vacaciones para irse con las maletas vacías y traerlas llenas de encargos y regalitos. Pero también es de esos que rebasan por mucho su presupuesto inicial de compras.

Para evitar esos desfalcos, existen alternativas como los cheques de viajero y las tarjetas de prepago que, además de proteger su dinero, le ayudan a moderar su consumo ya que no podrá gastar más de la cantidad abonada a cada instrumento.

Ambas opciones están aseguradas en caso de robo, daño o extravío, permiten un mayor control de gastos comparado con las tarjetas de crédito y son ampliamente aceptados para el pago de bienes y servicios en todo el mundo.

Cheques de viajero

Según una encuesta elaborada por la agencia de viajes Travelocity, los cheques de viajero son la cuarta forma de pago más popular entre los turistas mexicanos en el extranjero, quienes asignan alrededor de 40% de su gasto total de viaje a las compras, cuando la media internacional es de 29 por ciento.

En promedio, el viajero mexicano gasta 3,249 dólares por viaje cuando va a Estados Unidos, de los cuales se calcula que 1,296 dólares son destinados al shopping, una cantidad que bien vale la pena asegurar.

Los cheques de viajero son un instrumento de pago de uso personal, son más seguros ya que son reembolsados en caso de pérdida o robo generalmente en 24 horas, se venden sin comisión y no tienen fecha de vencimiento.

Para comprarlos, diga al ejecutivo de cuenta el monto que requiere y la divisa, la institución solicitará al beneficiario que escriba su nombre en cada uno de los documentos y que estampe su firma en uno de los espacios. Estos papeles se firman al momento de adquirirlos y se firman por segunda vez al momento de utilizarlos, como medida de seguridad.

Se emiten internacionalmente por las divisas: dólar americano, dólar canadiense, libra esterlina, franco suizo, franco francés, marco alemán, yen japonés y euro, según información de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

Tarjeta prepagada

Tener una tarjeta prepagada significa que puede gastar como máximo la cantidad depositada en el plástico. Puede hacer compras en tiendas, por Internet y por teléfono, además de retirar efectivo en cajeros automáticos.

Puede comprarla en línea o en su banco, posteriormente debe activarla vía telefónica o por Internet.

Si usted quiere comprar algo que cuesta más de los fondos que tiene en la tarjeta, existe la opción de usar un segundo método de pago, como dinero en efectivo, cheque o tarjeta de crédito, para cubrir la diferencia.

Si ya no tiene saldo y desea recargarla, puede hacerlo vía telefónica o Internet a través de su cuenta de cheques o tarjeta de crédito. Las tarjetas personalizadas pueden recargase tantas veces como lo desee y usarse como tarjeta de débito cuando no esté de viaje, las que no lo están, sólo pueden recargarse tres veces.

Si quiere saber más sobre este y otros temas, escuche el podcast en eleconomista.com.mx

¿De viaje y perdió su dinero?

Para que en su viaje no se angustie por extravíos o robos:

¿No encuentra sus cheques?

Al momento de recibir los cheques, verifique que los números de serie coincidan con los detallados en la nota de venta que le entregarán.

Guarde la nota de venta por separado para que en caso de robo pueda proporcionar los números de serie y el reembolso sea más ágil.

Si no utilizó todos sus cheques de viajero y desea obtener el importe en efectivo, tome en cuenta que estos le serán pagados al precio de compra por lo cual puede recibir una cantidad menor.

¿Dónde quedó su tarjeta?

En cuanto tenga su tarjeta, anote el número. Asegúrese de mantener la información en un lugar seguro y distinto del lugar en que guarda el plástico.

Comuníquese de inmediato con el emisor del plástico para que se haga el reporte y se solicite el reemplazo.

isantarita@eleconomista.com.mx

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