Suplantan identidad de instituciones financieras, entre ellas la del Banco del Bienestar

No todo lo que brilla es oro, ni todo lo que ves en Internet es real, y ahora hasta las páginas web de algunas entidades financieras podrían no ser las de ellas. De acuerdo con reportes de la Condusef están suplantando los sitios web con la finalidad de defraudar a quienes buscan acceder a un producto o servicio financiero, como un crédito.

El Banco del Bienestar y Afore Profuturo son algunas de las instituciones víctimas de este delito. En las últimas semanas se detectó que habían suplantado la identidad de sus sitios, informó la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

Entre marzo y abril 37 instituciones financieras informaron a la Condusef sobre la suplantación de identidad de sus páginas web, teléfonos, correos electrónicos y hasta las direcciones de operación o sucursales.

Las empresas notificaron la suplantación de su identidad (razón/denominación social) por personas físicas o “empresas”, informó la Condusef.

A veces sólo cambian una letra, ya sea en el nombre o en el sitio web y con eso se hacen pasar por las entidades financieras para generar confianza en las personas y luego defraudarlas.

Estas páginas apócrifas ofrecen créditos u otros servicios, en el caso de los créditos normalmente hacen todo el trámite “normal” y en el paso final le piden a las personas que, previo a la entrega del dinero, les depositen una cantidad para poder liberar el financiamiento, pero después de recibir el dinero desaparecen.

Lo anterior, con la intención de afectar económicamente o engañar a quienes requieren de un crédito u otros servicios financieros. Para ello estas pseudo empresas utilizan indebidamente el nombre, logo o denominación de la entidad a través de medios impresos o digitales, dijo la Condusef.

Es decir, que ofrecen créditos en línea o por medio de una aplicación móvil donde te piden que descargues su app y aceptes términos y condiciones, y de esta forma acceden a tu información personal que usan para luego extorsionarte. En otras ocasiones te piden que pagues alguna comisión por la liberación de un crédito, pero cuidado, esto no es normal.

Es importante que sepas que no todas las entidades financieras operan a través de medios digitales ni tienen aplicaciones móviles para ofrecer servicios, por esto es importante que quien te ofrece un crédito o préstamo esté registrado en el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros (Sipres).

Si una empresa no está en el Sipres no confíes en ella, significa que no está regulada y la Condusef no  tendrá elementos para defenderte en caso de fraudes o irregularidades.

La Condusef pide a los consumidores confirmar con la entidad financiera si la persona que te está contactando para ofrecer productos y servicios financieros en realidad está autorizada para ello.

Pide Condusef mantenerse alerta

Las personas interesadas en obtener un crédito o cualquier otro servicio financiero, deben estar alerta sobre los diferentes fraudes de los que pueden ser víctimas, como el modus operandi de los suplantadores.

Por ejemplo, utilizan sin autorización nombres comerciales, denominaciones sociales y/o imagen corporativa de las entidades financieras para hacerse pasar por ellas y engañar al usuario.

También solicitan a sus víctimas enviar su información personal vía whatsapp o mensajes de texto (o acceder a la misma a través de permisos de aplicaciones móviles), poniendo en riesgo sus datos personales o sensibles.

Por medio de engaños, contactan a los clientes solicitando datos personales y confidenciales como claves bancarias.

También piden anticipos de dinero en efectivo o mediante depósito a una cuenta bancaria, a nombre de una empresa o persona física distinta a la entidad financiera suplantada, con la supuesta finalidad de gestionar el crédito, adelantar mensualidades, pagar gastos por apertura o como fianza en garantía.

Generalmente los montos solicitados son por el equivalente a 10% del monto total del crédito solicitado, que puede ser desde 1,000 hasta 200,000 pesos.

yuridia.torres@eleconomista.mx