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Traslados funerarios; lo que cuesta descansar en tu terruño
Un plan de previsión podría ayudar a tu familia o seres queridos a enfrentar los gastos para cumplir tus últimos deseos.
“Que digan que estoy dormido y que me traigan aquí, México lindo y querido si muero lejos de ti”, dice una de las canciones más populares de México y que habla sobre el sentimiento de pertenencia al país y de las ganas de regresar al terruño cuando se muere, se esté donde esté.
Y aplica en las personas que se encuentran lejos de su lugar de nacimiento o de origen, ya sea dentro del país o fuera de él, muchos quieren “descansar en paz”, donde están enterrados sus seres queridos, donde está su familia. Pero ¿qué tan preparados están para esto?
Morir cuesta dinero y si vives lejos de tu pueblo o ciudad de origen y quieres que tu cuerpo sea trasladado hasta allá cuando mueras debes saber que eso tiene un precio y que más vale tener previsión financiera para que a tu familia tus últimos deseos no les causen presiones financieras.
En México sólo cuatro de cada 100 familias tienen un plan de previsión funeraria que les ayuden a solventar los gastos económicos que conlleva el fallecimiento de un ser querido, informó Manuel Ramírez, director general de la empresa funeraria J. García López.
Un plan de previsión funeraria se puede diseñar a la medida, que incluya los servicios básicos hasta cuestiones como el traslado de un cuerpo a otra ciudad.
“Siempre hacemos un traje a la medida y nos adaptamos a los usos y costumbres de las familias cuando un ser querido muere”, destacó el representante de J. García López.
De acuerdo con un sondeo realizado en diversas funerarias de la Ciudad de México, el traslado de un cadáver, por ejemplo desde la capital del país hasta el Estado de Sinaloa puede costar entre 35,000 y 40,000 pesos.
Estos costos contemplan desde recuperar el cuerpo ya sea del hospital, casa o lugar de fallecimiento; traslado a la funeraria; embalsamamiento y traslado en avión a esa entidad federativa.
Manuel Ramírez, explicó que existe un tabulador para este tipo de traslados, si es terrestre, la funeraria cobra alrededor de 35 pesos por kilómetro. Por ejemplo, un traslado de la Ciudad de México a Guadalajara, que son aproximadamente 600 kilómetros costaría 21,000 pesos.
Las cantidades a pagar son variables, depende del estado a donde quieran el traslado, el servicio que se contrate con la funeraria, como el ataúd, embalsamamiento y el tipo de traslado, es decir, si será terrestre o aéreo, además de la disposición en las aerolíneas del servicio.
Debido a que en algunos destinos el traslado vía aérea de restos humanos no está disponible, entonces se tienen que buscar alternativas.
Además de todo lo anterior, se tiene que considerar los gastos que conlleva el servicio funerario como velación y sepultura en el lugar de traslado.
Leonel Pérez, gerente zona centro de Boinita, explicó que cada funeraria tiene su propia forma de cotizar. Un traslado involucra todo lo que son los trámites ante el registro civil, pago de impuestos, tienen que escoger el ataúd, pagar embalsamamiento, también se realiza la cotización de acuerdo a la distancia del traslado y posteriormente el servicio de velación y entierro.
Cuando se trata de distancias de hasta 400 kilómetros la mayoría de las funerarias hace el traslado de forma terrestre, si supera esa distancia hacen traslado aéreo.
Otra cosa que se tiene que revisar es la legislación local, donde ocurra el fallecimiento, por ejemplo, en ciudades como Cancún existe un impuesto de traslado de cuerpo, dijo.
En cenizas es más barato
La cremación del cuerpo y el traslado en cenizas es una opción más económica.
Una cremación sencilla puede costar desde 6,900 hasta 15,000 pesos, a eso habría que sumarle el costos de traslado, que es más barato que viajar con un ataúd.
La ventaja de este servicio es que es menos costoso. Una persona puede trasladar libremente una urna, con la documentación requerida, ya sea en autobús, auto privado o avión.