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Un as bajo la manga
Mucho se ha hecho por estabilizar y poner a modo las condiciones macroeconómicas para que Estados Unidos despierte; sin embargo, no ha sucedido nada.
La Reserva Federal (Fed) y el gobierno estadounidense han hecho todo por sacar a ese país y al mundo del presente letargo en el que nos encontramos. Trillones de dólares han sido inyectados a la economía, fundamentalmente para salvar a los bancos de la quiebra, así como a muchas empresas vinculadas a ese sector. No es que los esfuerzos hayan sido en vano, ya que en términos generales el manejo ha sido atinado y sólo considero raro y desafortunado el que Lehmann Brothers quebrara y muchos otros no o, más bien, ¿por qué Lehmann sí quebró y otros que se encontraban en las mismas condiciones fueron rescatados?
Mucho se ha hecho por estabilizar y poner a modo las condiciones macroeconómicas para que Estados Unidos despierte; sin embargo, no ha sucedido nada. Hay mejores cifras, ya no prevalece el riesgo de quiebras bancarias y se cuenta con mucha liquidez, pero no se ha dado el movimiento necesario en la economía para generar empleo.
¿Qué falta hacer, o bien, cuál es el as que se tiene bajo la manga? Pues el programa de recompra de bonos próximo a anunciarse, entre el 2 y 3 de noviembre. Se estima que la Fed va a recomprar bonos por un monto aproximado de entre 600 billones y 1.7 trillones, lo que se traducirá en mayor liquidez, agregada a la ya existente, pero ¿cuáles son los objetivos? Fundamentalmente son dos, al recomprar paulatinamente porque así se hará, no será de un solo golpe inyectará más circulante al mercado para provocar que las tasas bajen aún más. Esa liquidez, que llegará a los bancos eventualmente, será colocada vía créditos para inversiones productivas. El segundo efecto es que al disminuir aún más las ya de por sí muy bajas tasas, tendrá a su vez una doble consecuencia: por un lado créditos más baratos, tanto los nuevos como los ya existentes; por lo tanto, la carga crediticia se va a abaratar permitiendo un poco más de gasto y consumo, es decir, la mensualidad de los créditos para las familias estadounidenses será menor.
Ese ahorro lo deben gastar. El otro efecto es que estando tan bajas las tasas en inversiones provocarían que el capital fuese destinado a inversiones productivas o bursátiles; en pocas palabras, se espera que los inversionistas se aburran de ganar tan poco, para que de esta manera se decidan a tomar riesgos detonando crecimiento y empleo.
Esta medida debe funcionar, en caso de no ser así, podría llevarnos al caso de Japón que se encuentra en lo catalogado como trampa de liquidez : tienen dinero de sobra pero no hay crecimiento ni consumo, no generan empleo, ocasionando con todo esto una deflación. Este riesgo lo veo bajo porque Estados Unidos es muy diferente a Japón y ha sorteado esta crisis también de manera distinta al país asiático. Un contraste fundamental es la cultura de gasto, consumismo y endeudamiento del estadounidense. Muchos gobernadores estatales de la Fed han cantado al unísono que lo que deben provocar es que las familias estadounidenses gasten más. Por lo anterior, yo espero que sí funcione este as bajo la manga .
El autor es Director General de Somoza Finamex Inversiones.