Lectura 4:00 min
¿Vas a renegociar tu deuda? Esto debes saber
Las deudas pueden quitarnos la estabilidad financiera y la tranquilidad, si tienes compromisos financieros pero no tienes la capacidad de pagarlos, la renegociación es una alternativa. Saber los pormenores de ese proceso es fundamental para tener un trato amigable con tu capacidad financiera.
Cuando obtenemos un financiamiento, préstamo o utilizamos una tarjeta de crédito automáticamente adquirimos una deuda con la institución bancaria, se tendrán que hacer pagos mensuales hasta saldar lo que debemos.
En muchas ocasiones, ya sea por falta de liquidez, gastos imprevistos, pérdida de trabajo, situaciones médicas o una mala planeación financiera la deuda nos puede llegar a superar, suspendiendo pagos de manera momentánea.
Una deuda no desaparece, el banco siempre reclamará el pago del préstamo y, si dejas de pagar puedes ser víctima de recargos y aumento de intereses, lo que hará que el monto total a pagar crezca. Además de eso, tu score crediticio y situación en el buró de crédito puede decaer.
Una de las alternativas para poder salir de una deuda con una institución bancaria es renegociar la misma, proceso que puede conceder facilidades extra para hacerle frente a los compromisos financieros. Es importante saber algunos lineamientos que bancos y usuarios deben seguir en este proceso, además de algunos consejos para llegar a una negociación exitosa.
¿Quiénes pueden llevar a cabo este proceso?
Jesús Chávez es director de análisis y estadísticas de servicios y productos financieros en la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), y enlistó que los actores que pueden participar en dicho proceso son los usuarios, los bancos y los despachos de cobranza.
Lo mejor sería tener una negociación directamente con el banco, la puede iniciar tanto la institución como el usuario. Cuando es a través de los despachos de cobranza se debe tener cuidado, pues se deben atener a los lineamientos que la Condusef dispone para su operación.
“Si te contacta un despacho de cobranza, debe identificarse como tal y tener registrada la relación con el banco en el Registro de Despachos de Cobranza (Redeco)”, declaró Chávez y agregó que deben evitar conductas como amenazas, hostigamiento, acoso y contacto a personas cercanas del usuario.
Un detalle importante a aclarar es que la Condusef no puede fungir como intermediario en la negociación, sin embargo, puede dar asesorías a los usuarios para obtener un mejor trato y no caer en malas prácticas.
Consejos para la renegociación
“Normalmente, la negociación tendrá dos opciones: la quita y un plan de pagos fijos con interés fijo, saber cuál te conviene más es importante para disminuir riesgos de volver a quedarse sin liquidez”, explicó Chávez.
La quita es un mecanismo por el cual el banco acepta el pago de un monto menor al adeudado, esto con el fin de que la institución recupere un porcentaje de la cantidad prestada. Este mecanismo es el que más consecuencias tiene en el historial crediticio, pues aunque la deuda quede finiquitada, la reducción del monto pagado y la pérdida presentada por el banco quedarán registrados.
En el caso de una reestructuración con pagos fijos, los factores a considerar son el plazo a pagar y el interés, Jesús Chávez recomienda que el plazo no sea mayor a 24 meses y que el interés se mantenga por debajo de 40 por ciento.
“Considera que esos pagos van a tener un impacto en tu presupuesto mensual, deben estar seguros que serán capaces de cumplir con todos los pagos durante el tiempo pactado”, advirtió Chávez y añadió que mientras más grande el plazo las posibilidades de tener una situación que afecte la liquidez, como falta de empleo o emergencias médicas, es mayor.
Cualquier acuerdo al que se llegue debe estar debidamente firmado y se te debe proponer o notificar por escrito a través de los métodos de contacto registrados al contraer la deuda, es decir, correo electrónico o directamente en tu domicilio.
Impactos a futuro
Renegociar una deuda con una institución bancaria no es poca cosa, estos detalles en tu score crediticio pueden generar una negativa al pedir un crédito más importante, como hipotecario o para un automóvil. Lo mejor es siempre contraer deudas que sea posible pagar, que no sean mayores a 30% de los ingresos mensuales y, en caso de tener problemas para pagar, no esperar a que el banco te busque para renegociar.