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Salario con el cual mexicanos estarían satisfechos subió 66% en 8 años
Para que el mexicano promedio estuviera satisfecho con su salario, debería estar cobrando casi 19 mil pesos al mes. El mismo estudio de Consulta Mitofsky también revela que los mexicanos consideran que el presidente de la República debería ganar unos 88 mil pesos, cuatro veces más de lo que asignan a un maestro.
Desde 2004 la encuestadora Consulta Mitofsky les pregunta de manera periódica a una muestra de 1,000 mexicanos en qué medida los mexicanos están satisfechos con sus ingresos actuales y cuáles son sus expectativas.
En entrevista telefónica con Factor Capital Humano, León Felipe Maldonado, director de Proyectos de Consulta Mitofsky, explica que la gran mayoría de los mexicanos tiene muchas expectativas con los planes anunciados por el gobierno electo de Manuel López Obrador: “Esto se nota en el amplio respaldo popular a todos los anuncios que el gobierno electo ha venido haciendo. Sin embargo, la gente es realista, y la población no piensa que la situación vaya a cambiar de un día a otro”.
En opinión de Maldonado, los mexicanos no son tan inocentes para creer que se van a cumplir todas sus expectativas. “Sí las hay en términos de reducción de desigualdad social e incrementos de los salarios más bajos. La gente cree que no va seguir empobreciéndose.
Si preguntáramos de otra forma. creo que los mexicanos sean tan inocentes como para creer que se cumplan todas las expectativas. Hay expectativas amplias en términos de reducir desigualdad social y que se incrementen los salarios más bajos”.
Si bien en este sexenio la inflación, “la inflación no ha sido tan grave como en otros sexenios, la moneda ha venido perdiendo valor frente a los precios y la carrera entre precios y salarios ha sido muy dispareja”. Maldonado estima que la gente espera que el nuevo gobierno detenga el deterioro de sus ingresos reales y que empiece una recuperación: “El camino tomado hace mucho tiempo solo ha llevado a empobrecer a muchos mexicanos”.
Nuestra propia situación, filtro para valorar a los demás
No cabe duda de que los mexicanos valoran la escolarización y la formación académica, pero tampoco tanto. Cuando se les pregunta cuánto debería ganar alguien en función de su nivel de escolarización, a alguien con la primaría terminada le asignan 6,857 pesos, mientras que alguien con una carrera técnica superior debería ganar 17,266 pesos, es decir 2.5 veces más.
Al respecto, Maldonado comenta: “Para tener una percepción amplia de los demás, partimos de nuestra propia situación. La gran mayoría no tiene estudios universitarios y piensa que se debe recompensar a las personas con estudios. Hay que tener en cuenta que los ingresos de la mayoría de la población no llegan a nivel universitarios, ganan entre cinco y 10 mil pesos. Ellos consideran que alguien con licenciatura debería ganar más que el doble”.
Para el investigador, el dato interesante de esta parte de la encuesta es el salario asignado a las personas que solo han hecho la primaria. “Es muy superior al salario mínimo. Hay un gran segmento de la población que gana dos salarios o tres salarios mínimos (el salario mínimo actual es de 88 pesos). Con esta respuesta, estas personas que están ganando más de 3,000 pesos mensuales, no están diciendo que les gustaría cobrar el doble”.
Misma expectativa salarial en noreste que en sureste
Cuando se les pregunta a los mexicanos que tienen trabajo, con qué salario mensual estarían satisfechos, los residentes de una de las regiones más prosperas del país, occidente-Bajío, confirman que apenas estarían satisfechos con 26,221 pesos.
Sin embargo, en el noreste, una región tradicionalmente mucho más rica, el salario con el que estarían satisfechos es casi el mismo que en el sureste, una región donde la abrumadora mayoría de la población vive en condiciones de pobreza: respectivamente 14,483 y 14,037 pesos.
Maldonado atribuya la “baja” expectativa de los habitantes del noreste a la situación de inseguridad. “Esto ha afectado a la actividad económica. Antes, en esta parte del país, las personas tenía una buena calidad de vida, pero la cantidad de oportunidades laborales ha venido disminuyendo. Eso hace que las personas ajusten sus expectativas a la baja”.