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11 claves para entender el plebiscito para la nueva Constitución de Chile
Estallido social, acuerdos políticos, voto obligatorio, dos constituciones en juego, padrón histórico y hasta cambios en las tendencias de búsqueda de Google son parte de la ruta para entender el plebiscito sobre la redacción de una nueva Constitución para Chile.
Santiago.- Este 4 de septiembre culmina en Chile un proceso de casi tres años que partió en las calles con manifestaciones sociales masivas y que terminará en las urnas con la definición de una nueva Constitución.
Después del trabajo de un año de una Convención Constituyente y dos meses de campañas políticas, este domingo las chilenas y los chilenos tendrán que decidir si aprueban o rechazan el texto de una nueva Constitución.
A nivel latinoamericano, el proceso constitucional más parecido al actual caso chileno es el de Colombia, que con el movimiento ciudadano conocido como Séptima Papeleta logró la redacción de una nueva Constitución en 1991, dijo Pamela Figueroa, doctora en Estudios Americanos y académica de la Universidad de Santiago de Chile (Usach).
La gran diferencia, agregó Figueroa, es el elemento de las redes sociales digitales con las que se cuenta hoy, lo que hizo mucho más mediático y participativo el proceso completo, además de intensificar el debate social en torno a las propuestas, sobre todo en Twitter.
“El caso chileno ha tenido mucha mayor participación porque estamos en un momento donde hay redes sociales, donde todo es muy visible. La gente opina. Es muy distinto el contexto y me imagino que de aquí en adelante cualquier cambio constitucional o cualquier reforma de fondo que aborde cualquier país se tiene que hacer con participación ciudadana. Eso no se puede evitar, no hay vuelta atrás”, explicó la también coordinadora del Observatorio Nueva Constitución.
A continuación, algunos elementos claves para entender el proceso:
1. Antecedentes
El 18 de octubre de 2019 inició el estallido social en Chile, movimiento detonado por el alza de tarifas en el sistema de transporte público de Santiago y que derivó en actos masivos de violencia que se prolongaron por varios días y llevó a miles de personas a las calles en protesta.
2. Acuerdo institucional
Después de semanas de manifestaciones y errores del gobierno del entonces presidente, Sebastián Piñera, el 15 de noviembre de 2019 los partidos políticos firmaron un acuerdo por la paz que incluyó la intención de avanzar hacia una nueva constitución para responder a las demandas sociales.
3. Proceso constituyente
El 25 de octubre de 2020, y con el 80% de los votos, la ciudadanía optó por la opción de escribir una nueva constitución en una convención ciudadana que fue electa el 16 de mayo 2021 y concluyó el texto el 28 de junio de 2022, los partidos políticos fueron excluidos, al menos de manera oficial, del proceso.
4. Carta Magna vigente
El texto constitucional que rige a Chile fue escrito en 1980 bajo la dictadura de Augusto Pinochet y sentó las bases del neoliberalismo en el país.
5. Nueva Carta Magna
El texto de la Convención Constituyente tiene 399 artículos, lo que la convierte en la cuarta constitución más larga del mundo, por debajo de la extensión de las de la India, Bolivia y Colombia. Define a Chile como “un Estado social y democrático de derecho… plurinacional, intercultural, regional y ecológico”.
6. Costo de implementación
De acuerdo con un análisis económico de la propuesta publicado por el Centro de Estudios Políticos, implementar la nueva constitución le costaría al país entre 8.9 y 14.5% del PIB, un monto de entre 25,000 y 40,000 millones de dólares.
7. Voto obligatorio
Las reformas que permitieron el proceso de la convención constituyente incluyeron el voto obligatorio para este ejercicio, el cual se eliminó en Chile a partir de 2012 y volverá solamente para el proceso constituyente. Se incluyen excepciones para votar y se establece una multa cercana a 4,000 pesos (200 dólares) para quienes no voten o no puedan justificar su ausencia.
8. Padrón histórico
El listado oficial de electores es de 15.1 millones de personas, 51% mujeres y 49% hombres. Los grupos más grandes por edad son los de las personas de entre 30 y 39 años (19.15%) y de entre 20 y 29 años (17.59%).
9. Dos opciones
En la papeleta electoral se presentan dos opciones frente a la propuesta de nueva constitución: apruebo / rechazo. Las encuestas publicadas el 19 de agosto —última fecha autorizada— le dan a la opción del rechazo una ventaja de 10 puntos sobre la del apruebo.
10. Dato curioso
En la última semana, el 71.8% de las búsquedas en Google relacionadas con el tema fueron por la opción del apruebo y 28.2% por la del rechazo, lo que invirtió la tendencia observada anteriormente. Los temas con más búsquedas son pensiones, aborto y pueblos originarios, según la información recabada por Monitor Social CL.
11. El día después
En caso de ganar la opción del apruebo, la nueva Constitución entrará en vigor a los 10 días de su promulgación y para ello se contemplan 57 disposiciones transitorias. Si se impone la opción del rechazo, se desecha el proyecto, se mantiene en vigencia el texto de 1980 y se concluye el proceso.
En caso de que gane la opción del rechazo, el presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció que su gobierno presentará un proyecto para convocar a una nueva convención constituyente, pues el mandato de la ciudadanía en octubre de 2020 fue escribir una nueva Carta Magna. Esto requeriría una reforma constitucional y partidos de todas las tendencias han manifestado su apoyo a este planteamiento.
A decir de Luis Garrido-Vergara, director de la Escuela de Gobierno y Gestión Pública de la Universidad de Chile, es muy probable que en caso de que se rechace la nueva constitución se genere un nuevo escenario de protestas y manifestaciones sociales, porque la gente que ha pedido los cambios no se sentiría representada por el resultado.
“Si gana el rechazo, habrá más estabilidad institucional y probablemente más estabilidad económica, pero probablemente mayor conflicto social. Si gana el apruebo, creo que habrá un poco más de inestabilidad, pero también eso va a generar un incentivo para que las autoridades tengan que enfrentar un proceso que no es fácil. Creo que ambos escenarios van a requerir de un esfuerzo importante de la clase política para llegar a acuerdos. Eso es fundamental en Chile para dejar atrás la polarización”, dijo Garrido-Vergara.