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7 preguntas para entender la nueva prohibición de asilo de Biden en la frontera con México
El Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, impedirá que los inmigrantes soliciten asilo en la frontera entre Estados Unidos y México hasta que los intentos de cruce caigan en virtud de las nuevas medidas puestas en marcha el martes.
El Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, impedirá que los inmigrantes soliciten asilo en la frontera entre Estados Unidos y México hasta que los intentos de cruce caigan en virtud de las nuevas medidas puestas en marcha el martes.
La prohibición de asilo entrará en vigor a las 04:01 GMT de este miércoles, a menos que se presenten recursos legales que puedan bloquearla.
¿Qué hace la prohibición de asilo de Biden?
La nueva prohibición de asilo permite a las autoridades deportar rápidamente o enviar de vuelta a México a los migrantes que cruzan ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, sin posibilidad de solicitar asilo, pero sólo entra en vigor cuando las detenciones de migrantes superan las 2,500 diarias durante una semana.
Las detenciones en la frontera alcanzaron un promedio de 4,300 al día en abril, según las estadísticas más recientes disponibles públicamente. Funcionarios estadounidenses dijeron el martes que las detenciones seguían siendo lo suficientemente elevadas como para que las restricciones entraran en vigor inmediatamente.
Las restricciones se mantendrán hasta que las detenciones caigan por debajo de un promedio de 1,500 al día durante tres semanas. La última vez que los cruces cayeron a ese nivel fue en los primeros meses de la pandemia de Covid-19, en julio de 2020, cuando los viajes mundiales estaban en mínimos históricos.
¿Estas medidas "cerrarán" la frontera?
No. Las restricciones se aplican a los migrantes que crucen entre puertos de entrada, pero no se bloqueará el acceso a las personas que soliciten una cita para acercarse a un puerto de entrada legal a través de una aplicación de teléfono móvil gestionada por el gobierno.
Se permitirá la entrada a otras personas que hayan solicitado desde el extranjero entrar a través de diversos programas de permanencia temporal puestos en marcha por el Gobierno de Biden o a titulares de visados de trabajo temporales.
La prohibición tampoco se aplicará a los menores no acompañados o a las personas que se enfrentan a graves amenazas médicas o de seguridad y a las víctimas de la trata de personas, dijeron funcionarios del Gobierno.
El comercio legal y los viajes a través de la frontera entre Estados Unidos y México no se verán afectados.
¿Cómo funcionará en la práctica?
Las cuestiones operativas clave sobre cómo se implementará la prohibición de asilo siguen sin estar claras, incluyendo cómo el Gobierno deportará rápidamente a los migrantes de países lejanos y poco cooperativos y cuántos migrantes no mexicanos aceptará México bajo el nuevo régimen.
Funcionarios locales y directores de albergues en Tijuana, México -frente a San Diego, California- dijeron que los migrantes podrían quedar atrapados en México, donde la capacidad para albergarlos de forma segura es limitada.
¿Se impugnará la prohibición ante los tribunales?
Es casi seguro. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) ha manifestado su intención de presentar una demanda. La ACLU y otros grupos de derechos civiles y de inmigrantes desafiaron prohibiciones de asilo similares durante emitidas por el expresidente Donald Trump.
¿Por qué biden hace esto ahora?
Biden ha presionado sin éxito durante meses para aprobar un proyecto de ley del Senado que endurecería la seguridad fronteriza, incluso con una disposición que se asemeja a sus últimas medidas por decreto. El proyecto de ley fue elaborado por un grupo bipartidista de senadores, pero los republicanos lo rechazaron después de que Trump se manifestó en contra.
La inmigración es un tema clave en las próximas elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre, en las que Biden volverá a enfrentarse a Trump en una revancha de la contienda de 2020. Cuando se trata de política de inmigración, los votantes registrados prefieren a Trump sobre Biden por un margen de 17 puntos porcentuales, según una encuesta de Reuters/Ipsos realizada a mediados de mayo.
Los cruces fronterizos han disminuido en los últimos meses, lo que el Gobierno de Biden atribuye en parte a una mayor aplicación de la ley por parte de México. Aun así, Biden afirmó en su proclamación de prohibición de asilo que "los factores que están impulsando el movimiento sin precedentes de personas en nuestro hemisferio siguen existiendo, y todavía hay un nivel sustancial y elevado de migración que sigue planteando importantes retos operativos".
¿Cómo reaccionan republicanos y demócratas?
Los republicanos se oponen ampliamente a las políticas de inmigración de Biden y muchos se pronunciaron en contra de las últimas restricciones de asilo, diciendo que estaban motivadas políticamente y no eran suficientes.
Antes del anuncio, la campaña de Trump emitió un comunicado en el que criticaba a Biden por los altos niveles de inmigración ilegal y afirmaba que la medida de eximir a los menores no acompañados fomentaría el tráfico de niños.
Trump publicó en Truth Social que la medida era "todo por el espectáculo" porque los dos candidatos tienen previsto debatir el 27 de junio y criticó los programas de Biden que permiten a los inmigrantes entrar legalmente y obtener permisos de trabajo.
Los demócratas se mostraron divididos sobre la prohibición de asilo: los legisladores más liberales criticaron a Biden y los moderados lo elogiaron.
Alex Padilla, senador demócrata por California, dijo que Biden "socavaba los valores estadounidenses" y que la orden llevaría a que "personas con solicitudes legítimas de asilo no pudieran buscar seguridad y volvieran a sufrir daños".
En el lado opuesto, el representante estadounidense Rubén Gallego, demócrata candidato a un escaño en el Senado de Estados Unidos por Arizona, calificó la medida de "paso en la dirección correcta".
¿Qué sigue?
En una llamada con periodistas el martes, los funcionarios estadounidenses se negaron a proporcionar detalles sobre cómo manejarían el aumento del número de deportaciones o cómo tratarían a las familias, que actualmente no son detenidas después de ser arrestadas en la frontera.