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Aliados de Pedro Sánchez en el Congreso aprueban la amnistía para independentistas catalanes
Carles Puigdemont es el personaje beneficiado de la decisión del Parlamento que genera más polarización en España; podría regresar a Barcelona pronto.
Madrid. El Parlamento español aprobó definitivamente la polémica ley de amnistía a los independentistas catalanes condenados o encausados por la tentativa fallida de secesión de 2017, abriendo la puerta de regreso a España al expresidente regional Carles Puigdemont.
La ley recibió 177 votos a favor y 172 en contra en la Cámara Baja, gracias al apoyo de los diputados socialistas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los independentistas y nacionalistas catalanes y vascos, y la extrema izquierda.
Esta medida, que domina la vida política española desde las elecciones legislativas del pasado julio, podría beneficiar en torno a 400 personas, según una estimación del Ministerio de Justicia.
Ahora corresponderá a cada juez resolver si la amnistía es aplicable a sus casos.
Los magistrados tienen dos meses para plantear cuestiones al Tribunal Constitucional o a la justicia europea a partir de la publicación de la ley en el diario oficial, lo que podría retrasar los efectos de la ley durante un tiempo.
Desde Bélgica, donde se encuentra instalado desde 2017 para evadir la justicia española, Carles Puigdemont celebró la amnistía, de la cual sería su principal beneficiario, como un paso "histórico" de los independentistas en su "combate" con el Estado español.
En su breve mensaje, no dijo nada sobre su posible regreso a España. Su partido había dicho que podría regresar para estar presente en el debate de investidura del nuevo presidente catalán en el Parlamento regional, lo que ocurrirá a más tardar el 25 de junio.
Deuda pagada
La votación en el Congreso estuvo precedida de una sesión bronca en la que la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, se vio obligada a llamar la atención de los diputados en varias ocasiones.
"¡Traidor!" -dirigido a Sánchez-, "¡neofascistas!", "¡filonazis!" -al partido de extrema derecha Vox-, fueron algunos de los insultos cruzados en el hemiciclo.
El Congreso ya había aprobado la medida el 14 de marzo, pero el Senado, controlado por la oposición de derechas, la vetó dos meses después, devolviendo el texto a la Cámara Baja, que este jueves dijo su última palabra.
“Hoy se ha producido un hecho histórico en el largo combate existente y no resuelto entre Cataluña y el Estado español”, escribió Carles Puigdemont en X.