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Autoridades de EU instan a limitar consumo de energía eléctrica ante ola de calor
Después de alcanzar picos de hasta 52-54°C durante el fin de semana en el Valle de la Muerte, el termómetro podría seguir rompiendo récords en algunos lugares del estado de California.
Las autoridades de Estados Unidos instaron el lunes a los habitantes del oeste del país a limitar su consumo eléctrico ante la persistente sequía y ola de calor que provocan múltiples incendios forestales.
Después de alcanzar picos de hasta 52-54°C durante el fin de semana en el Valle de la Muerte, el termómetro podría seguir rompiendo récords en algunos lugares del estado de California. Para el lunes, se prevén 47°C en Ridgecrest, un pueblo en medio del desierto unos 200 km al norte de Los Ángeles.
"Las alertas de calor excesivo siguen vigentes para la mayoría de lugares de la región hasta el martes", advirtió el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS).
El "enfriamiento relativo" que se espera para el martes, "sólo será un modesto alivio para las zonas que están experimentando temperaturas opresivas y superiores a las normales", advirtió la institución.
Algunas provincias de Canadá también están sufriendo la ola de calor.
Sin embargo, las autoridades de Columbia Británica prevén que ésta será "menos agresiva" que la ola que les golpeó hace menos de tres semanas, cuando un pueblo no muy lejano a Vancouver registró un récord de 49.6°C.
La ola de calor de junio habría sido "casi imposible" sin el calentamiento global causado por los humanos, concluyeron la semana pasada investigadores de World Weather Attribution, una iniciativa que reúne a expertos de varios institutos de investigación de todo el mundo. Estimaron que el cambio climático hizo que este evento tuviera al menos 150 veces más probabilidades de ocurrir.
Círculo vicioso devastador
Ante estos récords de temperatura, las autoridades solicitaron el lunes a los habitantes de California desconectar sus aparatos, cortar su aire acondicionado y apagar el horno entre las 16:00 y 21:00 horas locales, en un esfuerzo de racionar voluntariamente su consumo de electricidad.
California, quinta economía mundial pero con una infraestructura eléctrica envejecida, quiere evitar que millones de personas vuelvan a quedar a oscuras, como ocurrió en años anteriores.
La semana pasada, el gobernador ya había instado a la población a disminuir su consumo de agua en un 15%, por ejemplo reduciendo el riego del césped y tomando duchas más cortas.
Pero el oeste estadounidense está atrapado en un círculo vicioso devastador: los suelos secos y la vegetación reseca crean las condiciones para el aumento de las temperaturas.
Las olas de calor recurrentes y la reducción de las lluvias en algunas zonas son también una combinación ideal para el desarrollo de los incendios.
¿2021, peor que 2020?
Si bien 2020 fue el peor año de la historia moderna de California en cuanto a incendios forestales, las autoridades no descartan que 2021 supere ese récord. Los incendios ya consumieron el doble de vegetación que el año pasado por estas fechas, según los responsables estatales de la gestión de incendios.
El norte de California sufre actualmente múltiples incendios, avivados por el calor y el aumento de los vientos. El "complejo Beckwourth", una combinación de varios incendios provocados por rayos, arrasó ya más de 36.000 hectáreas.
Las autoridades informaron de la destrucción de viviendas en varios pueblos.
También se emitieron órdenes de evacuación al sur del famoso Parque Nacional de Yosemite en respuesta al River Fire.
Unas 60,000 hectáreas se convirtieron en ceniza a causa del llamado "Bootleg Fire" en el vecino estado de Oregón.
Más al norte, en Canadá, el número de incendios forestales siguió aumentando en Columbia Británica y superó los 300 el lunes, según las autoridades.
Así, el gobierno anunció medidas para limitar hasta el 31 de octubre los trenes en estas zonas, cuyas chispas suelen provocar incendios forestales.
También se cerraron varias carreteras y autopistas de Columbia Británica porque el riesgo de incendios se consideró "extremo".
El creciente número de este tipo de eventos empuja a quienes los combaten a asumir mayores riesgos. Dos bomberos del estado estadounidense de Arizona murieron este fin de semana al estrellarse su avioneta mientras realizaban una misión de vigilancia de incendios.
kg