El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, subió la mañana de este martes el tono de sus críticas a la caravana de inmigrantes ilegales provenientes de Centroamérica, que avanzan desde Honduras para ingresar al país norteamericano a través de México.
La caravana inició en Honduras a mediados de marzo y que hasta este domingo tenía la participación de unas 2.000 personas en el sureste de México. Con información de BBC
Llamada "Caravana de refugiados 2018", la movilización cruzó el 26 de marzo la frontera entre Guatemala y México.
BuzzFeed News, uno de los primeros medios de Estados Unidos en publicar un reporte de la caravana, informó que los organizadores estimaban que "dos tercios" de los que marchan planeaban llegar a la frontera estadounidense, mientras que otros esperan reunirse con familiares en México.
Sin embargo, Irineo Mujica, director de la organización Pueblos sin Fronteras que organiza la caravana, aseguró a BBC Mundo que la mayoría de los migrantes centroamericanos está marchando hacia Ciudad de México.
De ellos, 80% son de Honduras, y el resto se ha unido en el camino de El Salvador, Nicaragua y Guatemala.
"Algunos quieren quedarse en México, otros quieren irse a Estados Unidos. No todos quieren ir a Estados Unidos, solo salir del infierno donde viven", dice Mujica a BBC Mundo.
De los 2.000 migrantes que viajan, se estima que menos de 100 buscan llegar a la frontera con Estados Unidos.
El objetivo de los organizadores está en México: "La caravana es una manera de sensibilizar al pueblo mexicano del calvario que sufren los migrantes en su camino, a veces hacia Estados Unidos.
Ello debido a que en los últimos años se han hecho cada vez más frecuentes los casos de migrantes que, al pasar por México, han sido víctimas de robo, secuestros y hasta asesinatos, además de abusos de las autoridades.
La noticia sobre la caravana motivó a Trump a decir que "estos grandes flujos de personas están tratando de aprovechar el DACA", el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia.
Sin embargo, el DACA no se aplica a los nuevos migrantes que cruzan la frontera en años recientes, sino a niños y jóvenes que fueron llevados a EE.UU. antes de 2012.
"México está haciendo muy poco, si no es que NADA, para evitar que las personas lleguen a México a través de su frontera sur y luego a Estados Unidos", señaló el presidente.
Por: Redacción El Economista
martes 03 de abril de 2018 - 13:58