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Berlín, nuevo hogar para filtradores de información
Activistas y defensores de la privacidad han encontrado en esta ciudad un refugio al hostigamiento de los gobiernos de EU y ?Gran Bretaña.
Berlín. Durante la Guerra Fría, Berlín fue una de las ciudades más llena de espías en el mundo. Ahora es el lugar donde la gente va para escapar de la vigilancia del gobierno.
Un centro de operaciones internacional de defensores de la privacidad se está asentando en la otrora dividida capital alemana, bajo el argumento de que se sienten más seguros aquí que en Estados Unidos o Gran Bretaña, donde las autoridades se han comprometido a perseguir las filtraciones de secretos oficiales.
La documentalista Laura Poitras, quien fuera uno de los principales conductos del ex contratista de la NSA Edward Snowden para filtrar datos, ahora vive aquí. Lo mismo que Jacob Appelbaum, ex portavoz de WikiLeaks. A principios de este mes se les unió Sarah Harrison, activista de WikiLeaks, quien se quedó al lado de Snowden durante un mes en Moscú y ahora dice que teme ser acosada por el gobierno si regresa a Gran Bretaña.
En Berlín, se han asentado en un paraíso de contracultura: el hogar de los clubes de hackers, alquileres baratos y una población local que los apoya ferozmente -una que en el 2011 le dio más de 10% de los escaños en el Parlamento regional al Partido Pirata, una organización política que busca preservar la libertad y la información en Internet.
Es un giro irónico para una ciudad que alguna vez fue mejor conocida como un telón de fondo para las novelas de John Le Carré. El puesto de escucha estadounidense sobre la colina Teufelsberg, alguna vez la atalaya más importante de EU sobre las comunicaciones en la Cortina de Hierro, ahora se encuentra abandonado. Los intercambios de espionaje que hicieran famoso al puente Glienicke han desaparecido en la memoria.
Ahora, muchos tienen la esperanza de que la ciudad podría convertirse en el hogar de Snowden, que tiene una visa de un año en Rusia, pero se reunió con el diputado alemán Hans-Christian Stroebele en Moscú para discutir posibilidad de ayudar con una investigación alemana sobre el presunto espionaje estadounidense al teléfono celular de Angela Merkel.