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Bernardo Arévalo y Guatemala viven un domingo aciago
Durante viarias horas el presidente electo se había quedado sin representación de su partido Semilla en el Congreso.
Ciudad de Guatemala. Ayer, 14 de enero, tendría que haber sido un día de fiesta en Guatemala. Se trataba del ascenso de Bernardo Arévalo como presidente, un político y diplomático cuyo discurso anticorrupción lo catapultó a la primera fila del poder Ejecutivo de su país.
Pero no fue así. Desde que logró pasar a la segunda vuelta electoral el 21 de agosto pasado, Arévalo y el partido que lo postuló, Semilla, recibieron duros golpes de parte de varios entes, principalmente desde el Ministerio Público encabezado por la fiscal María Consuelo Porras.
Ayer, el Congreso de Guatemala, de mayoría conservadora, declaró a los diputados de Bernardo Arévalo como independientes, sin partido político, restándoles poder de maniobra antes de que el socialdemócrata sea investido presidente del país. Decisión revertida gracias a una moción.
Al mismo tiempo, la presidenta del Congreso saliente, Shirley Rivera, inventó una comisión para retrasar la toma de posesión. El objetivo de la comisión: revisar credenciales de los nuevos legisladores. Acción absurda ya que el Tribunal Electoral fue la institución que validó los resultados de las elecciones presidenciales y legislativas.
Al cierre de la edición, Arévalo no había juramentado como presidente, pese a que la Constitución así lo establece: el horario programado para el cambio de estafeta era a las 16:00 horas.
En la tarde, con 83 votos a favor, 26 en contra y 51 ausencias, el parlamento saliente decidió desconocer como bancada a los 23 diputados del Movimiento Semilla, de Arévalo, pero después de las 10 de la noche una moción revirtió la decisión.
Manifestantes amenazaban por la tarde con irrumpir en el Congreso debido al retraso de la sesión para la toma de juramento a los legisladores recién elegidos.
Las inmediaciones del recinto estaban cercadas por policías, mientras partidarios de Arévalo lanzaban consignas.
Apoyo internacional
A las 16:00 horas, cuando supuestamente Arévalo tomaría posesión como presidente, líderes que viajaron a Guatemala decidieron emitir un comunicado leído por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro.
"Hacemos un llamado al Congreso a cumplir con su mandato constitucional de entregar el poder como exige la Constitución".
Samantha Power, quien encabeza la delegación de Estados Unidos a la investidura, comentó en la red social X que no hay duda de que Arévalo "es el presidente de Guatemala. Pedimos a todos que mantengan la calma y al Congreso guatemalteco que respete la voluntad del pueblo. El mundo está observando".
En tanto, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, no descartó sanciones contra los congresistas que se oponen a la transición del poder.
Los presidentes de Chile, Colombia, Costa Rica y Honduras estuvieron ayer 14 de enero, en Guatemala.
De México se ausentó Andrés Manuel López Obrador quien envió a la canciller Alicia Bárcena a la sesión de investidura.