Lectura 3:00 min
Brinsley pidió a transeúntes que lo observaran
El hombre de 28 años se aproximó a la ventana del pasajero de una patrulla y baleó en la cabeza a dos agentes. Previo al hecho, habló con gente de la calle y les pidió que lo siguieran en Instagram.

La policía de Nueva York confirmó que Ismaaiyl Brinsley, el hombre armado que emboscó a dos policías dentro de su patrulla, habló con gente de la calle sólo momentos antes del homicidio y les dijo que lo siguieran en Instagram.
El jefe de detectives, Robert Boyce, expuso que Brinsley le dijo a dos transeúntes: Vean lo que voy a hacer .
Brinsley, informó Boyce, tenía antecedentes penales con al menos 19 detenciones y su familia le dijo a la policía que trató de ahorcarse el año pasado.
Según la policía, Brinsley se aproximó a la ventana del pasajero de una patrulla identificada como tal y baleó en la cabeza a los agentes Rafael Ramos y Wenjian Liu. Los agentes estaban en un patrullaje especial en la sección Bedford-Stuyvesant de Brooklyn.
Brinsley salió corriendo tras disparar. Varios agentes le persiguieron hasta una estación de metro, donde se disparó en la cabeza mientras se cerraba la puerta de un tren lleno de gente.
Boyce informó que Brinsley había vociferado en Internet acerca de la policía y el gobierno y expresó desesperación sobre su propia vida.
Antes de los tiroteos del sábado, Brinsley, de 28 años, había escrito en su cuenta de Instagram: Voy a ponerle alas a los cerdos".
Ellos mataron a uno de nosotros, matemos a dos de los suyos , según confirmaron a The Associated Press dos funcionarios de la ciudad con conocimiento directo del caso.
Brinsley utilizó los hashtags #Shootthepolice (dispara a la policía), #RIPErivGardner y #RIPMikeBrown, en referencia a las dos muertes en las que hubo policías involucrados y que han provocado grandes protestas en todo Estados Unidos.
La inesperada y extraordinaria violencia conmocionó a la ciudad, provocando una respuesta del presidente, Barack Obama, durante sus vacaciones, y escaló la mala sangre acumulada durante semanas entre la policía y sus detractores, después de las decisiones de dos jurados de instrucción de no procesar a policías por las muertes de Eric Garner en Nueva York y Michael Brown en Missouri. Garner y Brown eran negros, mientras que los agentes que los mataron eran blancos.
Manifestantes en todo el país realizaron distintas protestas tras los veredictos de sendos jurados. El líder del sindicato de policía de Nueva York, por su parte, declaró el sábado que hay sangre en las manos de los manifestantes y del alcalde de la ciudad.