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Cámaras de EU avanzan con planes de gasto separados
El Senado aborda un proyecto de ley que prorrogaría el gasto hasta el 17 de noviembre, un plan que la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, rechaza.
El Senado de Estados Unidos, liderado por los demócratas, avanzó ayer con un proyecto de ley bipartidista para evitar el cuarto cierre parcial del gobierno en una década, mientras la Cámara de Representantes se prepara para votar proyectos de ley republicanos sin posibilidades de convertirse en ley.
Los caminos divergentes de las dos cámaras parecen aumentar las probabilidades de que las agencias federales se queden sin dinero a partir del domingo, suspendiendo a cientos de miles de trabajadores federales y deteniendo una amplia gama de servicios, desde la publicación de datos económicos hasta las prestaciones de nutrición.
El Senado votó 76 a 22 a favor de abrir el debate sobre un proyecto de ley provisional conocido como resolución de continuidad, que prorrogaría el gasto federal hasta el 17 de noviembre y autorizaría unos 6,000 millones de dólares para financiar la respuesta a catástrofes nacionales y la ayuda a Ucrania para defenderse de Rusia.
La medida del Senado fue rechazada por los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes.
La Cámara tiene previsto votar a última hora cuatro proyectos de ley de asignaciones partidistas que no impedirían por sí solos un cierre, incluso si pudieran superar la fuerte oposición de los demócratas y convertirse en ley.
Los republicanos de la Cámara de Representantes, liderados por una pequeña facción de conservadores de línea dura en la Cámara que controlan por un margen de 221-212, rechazan los niveles de gasto para el año fiscal 2024 fijados en un acuerdo que el presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, negoció con el presidente estadounidense, Joe Biden, en mayo.
El acuerdo contempla 1.59 billones de dólares de gasto discrecional en el año fiscal 2024. Los republicanos de la Cámara de Representantes exigen otros 120,000 millones en recortes, además de una legislación más dura que detenga el flujo de inmigrantes en la frontera con México.
La lucha por el financiamiento se centra en una parte relativamente pequeña de los 6.4 billones de dólares del presupuesto estadounidense para este año fiscal. Los legisladores no se plantean recortar programas de prestaciones populares como la Seguridad Social y Medicare.
McCarthy se enfrenta a una intensa presión por parte de su bancada para lograr sus objetivos. Varios partidarios de línea dura amenazan con destituirle de su puesto de líder si aprueba un proyecto de ley que requiera cualquier voto demócrata para ser aprobado.
McCarthy, por su parte, sugirió ayer que un cierre puede evitarse si los demócratas del Senado abordan las cuestiones fronterizas en su medida provisional.