Carnicero de los Balcanes, condenado a cadena perpetua

La Haya. Un tribunal de Naciones Unidas sentenció a cadena perpetua al ex comandante militar serbobosnio Ratko Mladic tras hallarlo culpable del genocidio de Srebrenica y de crímenes de guerra contra la humanidad, asesinatos, exterminio, deportaciones forzosas y un largo listado de tropelías durante la guerra en los Balcanes, que se extendió por 43 meses.

Mladic, de 74 años, fue sacado rápidamente de la Corte minutos antes del veredicto por gritar “estas son mentiras, son todos unos mentirosos”.

La masacre de hombres y niños musulmanes en Srebrenica después de que fueron separados de las mujeres y transportados en buses a sitios para ser ejecutados constituye una de las peores atrocidades cometidas en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Las madres de Srebrenica aplaudieron, lloraron y se abrazaron cuando el juez de La Haya anunció la condena de Mladic.

“¡Le doy gracias a Dios, en nombre de nuestros hijos!”, exclama Nedziba Salhovic, una de la mujeres congregadas delante de una de las televisiones instaladas en el memorial de Potocari.

Todas fueron para oír cómo el Carnicero de los Balcanes iba a morir en la cárcel. “Pero no se haría justicia ni que viviera mil veces y fuera condenado a perpetuidad otras tantas”, se lamentó Ajsa Umirovic, de 65 años, que perdió a 42 miembros de su familia.

Tras una larga fuga apadrinada por el gobierno serbio, la policía lo detuvo en el 2011 en casa de un primo suyo y fue transferido a La Haya. Su juicio duró más de cinco años. Su hija Ana, a los 23 años, le arrebató su propia pistola para quitarse la vida, incapaz de asimilar que su padre y el monstruo fueran la misma persona.

Tantos años después del final de la guerra, la sentencia de este miércoles divide a la población de Bosnia, entre sed de justicia y brotes nacionalistas.

“Aceptar la verdad es el único camino, la única forma, de que el futuro en este país se convierta en mejor que el pasado”, reaccionó el líder bosnio musulmán, Bakir Izetbegovic.