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Geopolítica

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Cataluña, Quebec y País Vasco, no son países, pero sí jugadores internacionales

La Delegación del Gobierno de Cataluña en México presentó el reciente número de Foreign Affairs Latinoamérica.

Ciudad de México. El gobierno español del presidente Mariano Rajoy tomó la decisión de judicializar un problema político muy grave ocurrido en 2017: el proceso independentista de Cataluña.

Una de las reacciones inmediatas que tomó Rajoy luego del referéndum del 1 de octubre fue impedir que Cataluña continuara con acciones en el exterior, en parte, para tener el control de la política exterior.

Cataluña es una autonomía relevante ya que aporta el 20% del PIB español, y desde los Juegos Olímpicos de 1992 Barcelona se convirtió en una joya para el turismo, un corredor importante para los negocios y un área de desarrollo tecnológico.

A más de seis años de haber ocurrido la catarsis del proceso independentista, la Acción Exterior de Cataluña en México comienza a madurar sus propuestas, una de ellas es la paradiplomacia, es decir, las relaciones internacionales de los gobiernos subnacionales.

La semana pasada la Delegación del Gobierno de Cataluña en México presentó el reciente número de la revista Foreign Affairs Latinoamérica que le dedica a la paradiplomacia el tema central de la edición.

Lleïr Daban Hurtós (Delegado del Gobierno de Cataluña en México), Stéphanie Allard-Gomez (Delegada General de Quebec en México) y José María Cazalis Eiguren (Delegado del País Vasco en México) abordaron a la paradiplomacia desde los intereses de sus respectivas regiones.

“El aumento de la interdependencia internacional, la democratización, la descentralización y la apertura económica dentro de los países han abierto espacios para actores diferentes a los Estados-nación en la agenda mundial”, escribe Jorge A. Schiavon, académico de la Ibero.

Tres modelos

Sin duda es interesante conocer las diferencias que tienen Cataluña, Quebec y País Vasco.

Por ejemplo, los grados de autonomía en Quebec son superiores a los que se observan en Cataluña y País Vasco.

En el tema fiscal, Cataluña envía a Madrid la recaudación mientras que en el País Vasco y Quebec son totalmente autónomos, ellos recaudan sus impuestos y los invierten en sus respectivas regiones.

En el tema educativo las tres regiones obtienen autonomía suficiente para desarrollar sus planes de estudio respecto a las capitales políticas.

En el Estatuto de autonomía de Cataluña, aprobado en 2006, “establece de manera inequívoca que la Generalitat debe de desarrollar una política de acción exterior”, escriben Lleïr Daban y Montserrat Iglesias, en Foreign Affairs.

fausto.pretelin@eleconomista.mx

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Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

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