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Geopolítica

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Kamalanomics: Las claves económicas detrás de la candidatura de Kamala Harris

Los expertos coinciden que el impacto de la figura de Harris en la economía norteamericana y mundial es mucho menor que el de Trump: ella no es empresaria ni tiene firmas asociadas a su apellido. 

Foto: Reuters

Si hace tres semanas el protagonista de la política norteamericana era Donald Trump, ganando el debate presidencial, sobreviviendo un intento de asesinato, subiendo en las encuestas e impactando en el precio de Bitcoin, hoy es Kamala Harris, la candidata que surgió luego de la dimisión de Joe Biden al ticket presidencial.

Los expertos coinciden que el impacto de la figura de Harris en la economía norteamericana y mundial es mucho menor que el de Trump: ella no es empresaria ni tiene firmas asociadas a su apellido. De todas formas, su hoja de ruta para la Casa Blanca sí impacta en diversas industrias. Por eso, bancos de inversión están tomando nota de los efectos de un posible triunfo de Kamala en noviembre.

Por ejemplo, recientemente JP Morgan estableció que si bien el programa de Harris no cambiará sustancialmente al de Biden, sí tendrá mayores oportunidades de ganar las elecciones, lo que influye directamente en el mercado, especialmente en áreas como salud, energía, impuestos, tarifas, defensa y regulación.

A los mercados no les gusta la incertidumbre, y parte de la fortaleza de los activos de riesgo durante el verano se debió probablemente a la mayor probabilidad de una victoria republicana. No nos sorprendería ver más turbulencias a medida que evolucione la carrera presidencial”, escribió el banco a sus clientes.

Verde que te quiero verde

Como el agua y el aceite son las influencias en el mercado entre Trump y Harris. Si el candidato republicano busca favorecer la política extractivista, por ejemplo, la abanderada demócrata buscará potenciar la industria de energías renovables.

Si Kamala Harris gana las elecciones presidenciales de noviembre, es probable que las industrias relacionadas con la energía renovable y la tecnología limpia experimenten un impulso significativo. Harris y los demócratas han mostrado un fuerte compromiso con el cambio climático y la transición hacia una economía más verde, lo que podría llevar a un incremento en las inversiones en energías renovables como la solar y la eólica, así como en tecnologías limpias”, propone Rafael Weber, analista de estudios de Capitaria.

Emanoelle Santos, analista de mercados de XTB Latam, ofrece una perspectiva similar: “Harris tiene un historial que respalda un fuerte impulso a las energías renovables, la salud y la infraestructura bajo su administración. Como fiscal general de California, llevó a cabo acciones legales contra compañías petroleras y promovió energías limpias, demostrando su compromiso con el cambio climático. En el ámbito de la salud, ha apoyado la ampliación de servicios de salud, la telemedicina y la inversión en equipos médicos. En infraestructura, ha sido defensora de la modernización de infraestructuras públicas, apoyando proyectos de ley y el Plan de Infraestructura de la administración Biden”.

Para Javier Olaeta, gerente de Deals, PwC Chile, el histórico apoyo de los demócratas por la industria verde “podría beneficiar a sectores como la energía solar, eólica y la fabricación de vehículos eléctricos, apoyando a empresas como Tesla y NextEra Energy. Sin embargo, el alto costo inicial de estas inversiones podría trasladarse a los consumidores, y la transición podría enfrentar resistencia de las industrias de combustibles fósiles, como ExxonMobil y Chevron, que podrían ver una disminución en la demanda y un aumento en los costos operativos”.

Y agrega: “En el sector de salud y biotecnología, tanto Obama como Biden han promovido expansiones en la cobertura sanitaria, con el Obamacare y el plan de salud de Biden como ejemplos clave. Harris sigue esta línea con propuestas para expandir Medicaid y reducir los costos de los medicamentos. Esta continuidad podría aumentar la demanda de servicios médicos y productos farmacéuticos, beneficiando a compañías como Pfizer y UnitedHealth Group. Sin embargo, el aumento en el gasto público para financiar estas expansiones podría llevar a mayores impuestos y a nuevas regulaciones que podrían incrementar los costos operativos para las empresas del sector”.

Ojo con bancos, petróleo y defensa

Y si bien algunos rubros se favorecen por una posible victoria de Harris, también existen otros que se perjudican. Por ejemplo, el segmento de armas y defensa se podría ver afectado. De hecho, la semana pasada diversas firmas -como TransDigm Group y L3Harris Technologies- cayeron en la bolsa, luego del surgimiento de la abanderada demócrata.

Javier Mella, PhD en Finanzas y académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, dice que es difícil predecir los rubros que se verán perjudicados bajo un gobierno demócrata, ya que Harris ya es parte del gobierno actual, por lo que uno debería esperar menos cambios. “Un sector a observar, a medida que Kamala continúa con su campaña, es el tecnológico. Es un sector clave en Estados Unidos, y principalmente en California, su estado de origen. Otro sector a observar es defensa, donde las posiciones con Trump tienen mayores contrastes, con, por ejemplo, la participación en OTAN y la política respecto a Ucrania”.

Javier Olaeta de PwC hace un zoom en el sector financiero: “La administración Biden y Obama han buscado reformas para aumentar la estabilidad y protección del sistema financiero, como se vio con la Ley Dodd-Frank. Harris podría continuar con esta agenda, implementando medidas para mejorar la regulación y protección del consumidor. Aunque esto podría aumentar la transparencia y la confianza en el sistema financiero, también podría incrementar los costos operativos para los bancos y limitar su capacidad para innovar y ofrecer nuevos productos”.

Política tributaria

El asunto tributario es una de las principales preocupaciones de las empresas. Weber comenta que es probable que Harris impulse una reforma tributaria “que aumente los impuestos para los individuos de altos ingresos y las grandes corporaciones, en línea con las propuestas demócratas para reducir la desigualdad y financiar programas sociales. Esto podría incluir el establecimiento de nuevos tramos impositivos y la eliminación de algunas exenciones fiscales”.

Javier Mella publicó un estudio a inicios de este año en el que muestra que en Estados Unidos las empresas con alto nivel de impuestos corporativos se ven perjudicadas en términos de retornos accionarios cuando hay un gobierno demócrata.

Lo anterior es particularmente relevante si tiene control del Congreso, ya que para reformas tributarias se necesita al poder ejecutivo y legislativo, sin olvidar que el presidente de EEUU tiene veto en este ámbito. Entonces, es clave lo que pasaría en la elección del congreso en este aspecto”.

Y complementa: “En este mismo estudio, se observó que el mercado reaccionó parcialmente en el periodo previo a las elecciones, sin embargo, el efecto más significativo de acciones de empresas con altos impuestos corporativos efectivos fue durante la elección presidencial ganada por Trump, donde en su programa propuso una rebaja a 15%, que terminó siendo una baja significativa, pero desde 35% a 21 por ciento. En términos de Harris, es probable que nuevamente, dependiendo de lo que pase con la elección en el Congreso, se intente subir el impuesto corporativo a un 25 por ciento."

Javier Olaeta establece que “Harris parece alinearse con la visión de Biden y Barack Obama de implementar una estructura fiscal más progresiva. Biden ha propuesto aumentar los impuestos a las corporaciones y a los individuos de altos ingresos como una forma de financiar programas sociales e infraestructura. Harris respalda una postura similar, proponiendo un aumento en la tasa de impuestos corporativos y a los altos ingresos. Estos cambios podrían ayudar a reducir la desigualdad económica y financiar iniciativas de desarrollo, pero también podrían desalentar la inversión empresarial y afectar la rentabilidad de grandes corporaciones, como Apple y Amazon”.

¿Y las cripto?

Este es, quizás, uno de los ítems que más divide la campaña de Trump a la de Harris, ya que el candidato republicano públicamente ha apoyado las criptomonedas, algo muy alejado al proyecto demócrata.

Weber sostiene que en el mercado de las criptomonedas, bajo un gobierno demócrata, “es probable que se incremente la regulación para prevenir actividades ilícitas y proteger a los inversores. Esto podría incluir mayores requisitos de transparencia y cumplimiento normativo, lo que podría generar incertidumbre en el corto plazo”.

Santos, por su parte, establece que Harris podría ocupar sus conexiones en Silicon Valley para “influir en una apertura hacia las innovaciones tecnológicas. La comunidad cripto también está esperanzada de que ella pueda apartarse de las políticas restrictivas de la administración Biden y fomentar un marco regulatorio más amigable. Aunque el enfoque inicial de Harris podría ser de cautela y regulación, hay señales de que podría haber cierta apertura hacia las criptomonedas dependiendo de las dinámicas políticas y económicas preelectorales”.

Olaeta propone una visión distinta. Dice que la regulación que pueda establecer Harris “podría proporcionar mayor seguridad y atraer inversores institucionales, pero también podría imponer costos adicionales y limitar la innovación en el sector. Además, la implementación de una moneda digital del banco central (CBDC), una posibilidad bajo la administración de Harris, podría reflejar la política de Biden de promover la modernización del sistema financiero”.

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