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Comercio de droga se expande en Honduras
Impunidad y debilidad institucional, abono para operaciones del narco. El sombrío recuento de Honduras llegó a 6,239 asesinatos en el 2010, en comparación con los 2,417 en el 2005, e investigadores afirman que el número puede ser mayor este año. El mayor número de homicidios ocurre en San Pedro Sula, lo que otrora fuera un centro manufacturero.
San Pedro Sula. En la zona donde ocurren más homicidios en el país, las familias de los hijos, las hermanas y los esposos asesinados se reúnen cada mes en un edificio de hormigón junto a la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe.
Se sientan en sillas de plástico inclinándose hacia adelante para hablar, entonces la angustia se derrama. Existe la nostalgia de los cumpleaños, aniversarios y la Navidad o la angustia de saber quién es el asesino y que no será arrestado.
En el grupo había 10 familias cuando se inició hace tres años, hoy tiene 60, y todos menos uno de sus casos siguen sin resolverse. Estamos viviendo en constante temor , dijo Blanca Álvarez, quien llevaba un pin con el retrato de su hijo muerto, Jason, de un disparo en un robo de auto en el 2006. Hemos tenido marchas por la paz, vestidos de blanco, lanzando globos blancos al aire. Nada cambiará aquí nada , lamentó.
En Honduras había 82.1 homicidios por cada 100,000 habitantes el año pasado, la mayor tasa per cápita en el mundo, según un informe mundial sobre homicidios de las Naciones Unidas publicado en octubre.
El problema de los asesinatos en Honduras se remonta décadas atrás. Pero a medida que las mafias mexicanas y su multimillonario negocio de drogas se amplían a través de Centroamérica para evadir las duras fuerzas de seguridad en México y el Caribe, la violencia ha explotado como si la cocaína fuera gasolina sobre fuego.
El sombrío recuento de Honduras llegó a 6,239 asesinatos en el 2010, en comparación con los 2,417 en el 2005, e investigadores afirman que el número puede ser mayor este año. El mayor número de homicidios ocurre en San Pedro Sula, lo que otrora fuera un centro manufacturero.
Este país recibe 95% de los vuelos de drogas hacia América del Sur, de acuerdo con agentes estadounidenses de narcóticos. En contraste, se registraron 24 en el 2008; ello marca un importante cambio de tráfico que indica una fuerte preferencia geográfica para realizar este tipo de acciones.
Investigadores advierten que el aumento de asesinatos no se puede atribuir por completo al tráfico de estupefacientes, la violencia generada por la droga parece haber fomentado un clima general de impunidad, en el que las balas resuelven la menor disputa y cualquier persona puede salirse con la suya.
