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Geopolítica

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Comité de Basilea definirá las finanzas globales

La pléyade de banqueros centrales y reguladores gubernamentales reunida en esta pequeña población suiza el fin de semana no sabe si usted necesitará adquirir un auto nuevo el año próximo o tal vez solicitar un crédito para su pequeña empresa.

Basilea. La pléyade de banqueros centrales y reguladores gubernamentales reunida en esta pequeña población suiza el fin de semana no sabe si usted necesitará adquirir un auto nuevo el año próximo o tal vez solicitar un crédito para su pequeña empresa.

Pero las nuevas reglas para el sistema financiero, que han venido redactando en los últimos meses y que ya son conocidas como Basilea 3, bien podrían determinar si es posible obtener esos financiamientos, cuánto costarán y hasta la rapidez con la que podrá recuperarse la economía global.

Mientras el Congreso en Washing­ton y el Parlamento europeo llevan meses discutiendo a plena luz reformas a la industria financiera, su tarea ha evitado a propósito varios temas básicos: cuál debe ser la capitalización de los bancos y sus reservas contra posibles pérdidas, y cuáles deben ser las limitantes para que el crédito bancario no se desboque como lo hizo durante la burbuja inmobiliaria.

Estos temas, cruciales para el flujo crediticio a personas y empresas, se han asumido lejos del escrutinio público en un edificio poco llamativo en la ribera del Río Rin.

Ahí estaban reunidos este domingo banqueros centrales como el titular de la Fed, Ben Bernanke, para poner los toques finales a una propuesta que exigirá una fuerte capitalización a los bancos, aparte de reservas en efectivo contra tiempos de vacas flacas y mecanismos para recortar el crédito en caso de sobrecalentamiento de la economía.

La meta es crear un sistema bancario a prueba de crisis, que sea inmune a los ciclos de auge y desplome que caracterizan a las economías del mundo desarrollado. Algunos de los principios de la reforma son de la vieja escuela.

Por ejemplo, permitir a los banqueros suficiente liquidez como incentivo de una buena gestión y que las empresas privadas no deben ser rescatadas por los contribuyentes. Pero otros principios se aventuran hacia territorio desconocido.

Por ejemplo, el Comité de Regulación Bancaria de Basilea busca invertir la práctica tradicional de aumentar el crédito en tiempos de auge, aumentando en su lugar las reservas si los reguladores determinan que el crédito está creciendo demasiado aprisa.

El Comité de Basilea espera poder evitar las burbujas de precios que se forman en los auges, a las que típicamente sigue una crisis.

El concepto de hacer los ciclos económicos más predecibles tiene muchos adeptos, desde el Fondo Monetario Internacional hasta diversos bancos centrales, pero algunos banqueros expresan temores de que un proceso que busca hacer el sistema bancario más seguro podría terminar siendo una barrera a la prosperidad, al impedir financiamiento por cientos de miles de millones de dólares, lo que equivaldría a recortar varios puntos de crecimiento económico.

El Comité de Basilea, que preside el banquero central de Holanda Nout Wellink, emitió hace poco su propio diagnóstico de los efectos de Basilea 3,­ concluyendo que lejos de impedir avances, un sistema más estable promoverá el crecimiento económico a largo plazo.

Creado en 1974, el Comité depende del Banco Internacional de Pagos ha implementado dos rondas previas de reforma financiera, pero la tercera será la más profunda y relevante de todas.

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