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Geopolítica

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Delegaciones de Rusia y Ucrania se reunirán en Estambul para una nueva ronda de negociaciones

Durante una conversación telefónica mantenida el domingo por la noche, "el presidente (turco, Recep Tayyip) Erdogan y el jefe de Estado ruso (Vladimir) Putin acordaron celebrar la próxima ronda de negociaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana en Estambul", dijo la presidencia turca.

Foto: Reuters.

Foto: Reuters.

Las delegaciones de Rusia y Ucrania se reunirán en la ciudad turca de Estambul para una nueva ronda de negociaciones cara a cara, anunció la presidencia turca en un comunicado el domingo.

Durante una conversación telefónica mantenida el domingo por la noche, "el presidente (turco, Recep TayyipErdogan y el jefe de Estado ruso (VladimirPutin acordaron celebrar la próxima ronda de negociaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana en Estambul", dijo la presidencia turca.

Los dos jefes de Estado discutieron el proceso de negociación y Erdogan dijo a su homólogo ruso que Turquía estaba dispuesta a hacer "cualquier contribución necesaria" para establecer un alto el fuego en Ucrania y "mejorar la condición humanitaria en la región".

Un poco antes, uno de los negociadores ucranianos, David Arakhamia, había anunciado que se celebraría una nueva ronda de lunes al miércoles en Turquía, sin especificar el lugar.

El negociador jefe de la parte rusa, Vladimir Medinsky, citado por las agencias rusas, había dicho que tendría lugar el martes y el miércoles.

La presidencia turca no precisó la fecha exacta de la reunión y no estaba claro qué se iba a discutir exactamente.

El 10 de marzo ya se celebró en Turquía, en Antalya, una sesión de negociación ruso-ucraniana a nivel de ministros de Exteriores, sin que se produjera ningún avance concreto.

Desde entonces, las conversaciones han continuado por videoconferencia, lo que ambas partes consideran "difícil".

"El proceso de negociación es muy difícil", dijo el viernes el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, negado cualquier "consenso" con Moscú.

Un poco antes el presidente turco Recep Tayyip Erdogan había asegurado que Rusia y Ucrania estaban de acuerdo en cuatro de los seis puntos de la negociación.

"No hay consenso con Rusia sobre los cuatro puntos mencionados por el Presidente de Turquía", dijo Kuleba, pero elogió los "esfuerzos diplomáticos" de Ankara para poner fin a la guerra.

En los últimos días habían aumentado los temores de que el conflicto pudiera degradarse, después de que el presidente estadounidense Joe Biden, de visita en Polonia, calificara a Vladimir Putin de "carnicero" y afirmara que "no puede permanecer en el poder".

Aunque la Casa Blanca matizó de inmediato sus palabras e insistió en que Washington no estaba buscando un cambio de régimen, el Kremlin reaccionó con dureza, afirmando que los ataques personales estaban "reduciendo la ventana de oportunidad" para las relaciones bilaterales, según su portavoz Dmitri Peskov.

Las rondas de esfuerzos diplomáticos y las sanciones aplastantes impuestas por los aliados occidentales hasta ahora no han logrado que Putin detenga su guerra que el Papa Francisco ha calificado de "cruel y sin sentido".

El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió el domingo contra una "escalada en palabras o acciones" en Ucrania que dificulte poner fin a la guerra.

Un escenario como el de Corea

El ejército ruso, que según los analistas occidentales parece empantanado en problemas tácticos, de comunicaciones y logísticos, sugirió el viernes que en adelante se centrará en la región oriental de Ucrania.

El jefe de la inteligencia ucraniana, Kyrylo Budanov, cree que Putin podría estar considerando un escenario "coreano" para el país, buscando "imponer una línea de separación entre las regiones ocupadas y desocupadas de nuestro país".

"Después de no poder capturar Kiev y derrocar al gobierno de Ucrania, Putin está cambiando sus principales directrices operativas", escribió en Facebook, "un intento de establecer (un modelo como el de) Corea del Sur y Corea del Norte en Ucrania".

En la actualidad, Moscú mantiene el control de facto sobre las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk en la región oriental de Donbas del país.

Este domingo, el líder de la región separatista ucraniana de Lugansk dijo que podría organizar un referéndum para dirimir si el territorio pasa a formar parte de Rusia, una medida inmediatamente criticada por Kiev como un intento de Moscú de socavar la soberanía y la integridad territorial del país.

Mientras, las tropas rusas también han seguido bombardeando la ciudad portuaria de Mariúpol. Controlarla permitiría a Moscú conectar sus fuerzas en la ocupada península de Crimea con las tropas separatistas prorrusas en el este ucraniano.

El domingo se abrieron nuevos corredores humanitarios para permitir la evacuación de civiles de este estratégico puerto a orillas del mar de Azov, donde ya han muerto más de 2,000 civiles, según el municipio.

Pero los intentos de establecer rutas seguras para que huyan los 170,000 civiles atrapados en la ciudad han fracasado hasta ahora, con ambas partes acusándose de violar los altos el fuego temporales.

Contraataques

Putin inició la invasión de Ucrania el 24 de febrero prometiendo destruir su ejército y derrocar al prooccidental Volodimir Zelenski, pero hasta ahora, el ejército ruso se ha topado con la feroz resistencia ucraniana y ha hecho pocos progresos para capturar ciudades clave.

Mientras tanto, los ataques a la población y a infraestructuras civiles como hospitales, edificios residenciales y escuelas, han aumentado.

En Járkov, donde las autoridades locales registraron 44 ataques de artillería y 140 ataques con cohetes en un solo día, los residentes parecían resignados a los bombardeos.

Los ataques continuaron durante las últimas 24 horas asimismo en Irpin y en otras ciudades alrededor de Kiev, dijeron las autoridades ucranianas.

Descansando en una silla en un centro de evacuación en las afueras de Kiev, Tamara Osypchuk, de 72 años, explicó a la AFP que escribía poesía para calmarse en su departamento en la devastada Irpin cuando caían las bombas.

"Escribo poemas y cuando hay explosiones siento una gran inspiración. Las explosiones fueron muy fuertes. Como si explotara un volcán, como si la tierra explotara", aseguró.

En la ciudad sureña de Mykolaiv, que había sido objeto de fuertes bombardeos rusos durante semanas, los ataques parecían estar disminuyendo.

Sofia, que había recibido metralla en la cabeza durante un bombardeo el 5 de marzo en un pueblo cercano, espera poder salir pronto del hospital.

"Ahora puedo mover un poco los brazos y las piernas, todavía no puedo levantarme sin la ayuda de mi madre, pero espero poder irme pronto", dijo a la AFP.

Las líneas del frente parecían haber retrocedido desde Mykolaiv, con una contraofensiva montada ahora en Jersón, a unos 80 kilómetros al sureste.

"Las fuerzas aliadas han repelido siete ataques" y han destruido ocho tanques en las zonas de Donetsk y Lugansk, en el Donbás, según una nueva actualización del Estado Mayor ucraniano.

Por su parte, las tropas rusas tomaron el control de Slavútych, en el norte de Ucrania, donde reside el personal de la central nuclear de Chernóbil, y arrestó temporalmente al alcalde, según las autoridades regionales.

El Ministerio de Defensa de Ucrania dijo que sus fuerzas también habían recuperado Trostianets, una ciudad cerca de la frontera con Rusia que fue una de las primeras en caer bajo el control de Moscú.

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