Derechos humanos, eje de la cumbre

Washington, DC. El evento principal de la semana que inicia será la visita de Estado del presidente de China, Hu Jintao. En ella, el presidente Obama quiere reenfocar la atención en la tendencia china de suprimir la libertad de expresión, a pesar del riesgo inherente de desestabilizar aún más una relación bilateral clave tras un año contencioso.

Tras ubicar los derechos humanos como el principio rector de su política exterior en la ONU el otoño pasado, Obama ha estado buscando la forma de analizar el tema con los líderes chinos, sin afectar su intención de enlistar el apoyo chino para enfrentar a Irán y Corea del Norte, y para revivir la economía global.

Según altos funcionarios del gobierno, Obama explora la mejor forma de llegar directamente a la ciudadanía china, tal vez utilizando tecnología que no tenían sus antecesores. Además, busca asesoría por parte de disidentes chinos y defensores de los derechos humanos, previo a la visita de Hu Jintao. La semana pasada, se reunió en la Casa Blanca con cinco defensores de los derechos humanos en China, un hecho sin precedente.

Aunque nadie duda que los temas económicos y de seguridad dominarán la próxima reunión, la forma en que Obama maneje el tópico de los derechos humanos ayudará a definir no sólo el éxito de la reunión, sino también el diálogo con China en los años venideros sobre asuntos como los prisioneros políticos, la inconsistente aplicación de la ley y la represión de la sociedad civil en China.

El viernes pasado, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, preparó el terreno en un discurso: Seguiremos denunciando y presionando a China cuando censura a bloggers y encarcela a los opositores al gobierno, cuando impide la libertad de culto y cuando manda a prisión a los abogados que cuestionan las políticas de gobierno .

Muchos en China resienten o rechazan nuestra defensa de los derechos humanos como una invasión de su soberanía, pero en realidad, como miembro fundador de la ONU, China se comprometió a respetar los derechos de todos sus ciudadanos , agregó.

Tom Malinowski, director en Washington de Human Rights Watch, aseveró que es importante que Obama establezca claramente las reglas del juego en sus conversaciones con Hu Jintao, aunque al hacerlo no le ayude a ganar el concurso de ideas por sí mismo .

Malinowski manifestó: Es la primera vez en décadas que vemos a una gran potencia que promueve una visión alternativa de cómo el Estado se debe relacionar con sus gobernados y esa visión representa una amenaza, no sólo para los disidentes en China, sino para todo el conjunto de valores y normas que Estados Unidos ayudó a construir .

En la reunión, que se inicia el miércoles con la llegada de Hu Jintao, Obama estará en la incómoda posición de ser anfitrión de un Mandatario que ha encarcelado a un ganador del Premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo. Es factible que ambos mandatarios anuncien la reanudación del diálogo sobre derechos humanos que se suspendió el año pasado.