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Díaz-Canel ve “terrorismo mediático” detrás de las redes
El régimen mantiene desconectadas las principales plataformas sociales (Twitter, Facebook y WhatsApp), tras las protestas.
La Habana. Frustrado, Alejandro, un cubano de 29 años, mira con frecuencia su teléfono sentado en una esquina de la Habana Vieja, tratando de comprobar si tiene internet. Tras días sin servicio, bloqueado durante las recientes protestas antigubernamentales, los ciudadanos recién empiezan a salir de la oscuridad digital.
El servicio de internet móvil a través de 3G y 4G comenzó a restablecerse de manera inestable la mañana de ayer en La Habana, pero la gente en la calle continuaba sin acceso a Whatsapp, Facebook y Twitter.
Pese a la fuerte presencia policial, las calles en la concurrida Habana Vieja han ido retomando su vitalidad, con ríos de personas yendo y viniendo con compras y trámites cotidianos.
La falta de acceso "es peor para la gente", dice Alejandro Cordovi, un trabajador independiente, que descarta que las redes sean solo "cosa de política".
"Mucha gente las tiene para hablar con sus familiares", dice moviendo con desaprobación su cabeza enmarcada de trenzas.
Por la mañana, "me pude conectar a todas las páginas", dice de su lado Lenna Estévez, una ama de casa de 26 años, caminando velozmente a media calle y con audífonos en los oídos.
"Vi los videos de las cosas que pasaron (protestas). Todo, todo", dice enfática. Pero después no se pudo comunicar con su madre. "Ya no tengo conexión", exclama preocupada, recordando que el día de las protestas pudo tener noticias de ella hasta después de la media noche.
Otra visión sobre las redes la tiene el presidente Miguel Díaz-Canel. Han gestado un "terrorismo mediático", dijo el día de ayer.
"Son totalmente agresivas, llamando al asesinato, llamando al linchamiento, al atentado de personas y en particular de personas identificadas como revolucionarias", dijo el mandatario, que rechazó que haya habido represión.
Muchos manifestantes están "llamados por el odio que les han ido inculcando todas esas estrategias de subversión".
Afuera de una oficina de Etecsa, la monopólica Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, las personas tecleaban sus teléfonos esperando captar la señal wifi, la forma que tenían muchos cubanos para acceder a internet hasta 2018, cuando la banda 3G llegó a la isla.
Faltan datos y medicinas
"Es verdad que faltan datos [móviles], pero faltan medicamentos también", justificó el martes el canciller Bruno Rodríguez, al señalar que su país tiene derecho a defenderse.
Rodríguez acusó a Estados Unidos de llevar a cabo una campaña en Twitter, a través de la etiqueta #SOSCuba, para incitar el malestar social en la isla.
Cuba anunció ayer que autoriza a los viajeros la libre importación temporal de alimentos, medicamentos y productos de aseo.
Por su parte, Washington llamó el martes al rápido restablecimiento de "todos los medios de comunicación, los digitales y los no digitales".
"Cerrar el acceso a la tecnología (...) no hace nada para responder a las necesidades y legítimas aspiraciones del pueblo cubano", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
Nadie olvidará el 11 de julio.