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Dictador Ortega destierra a 222 presos políticos
Luego de ser encarcelados por manifestar su deseo de tener democracia en Nicaragua, fueron liberados hacia EU.
Managua. Más de dos centenares de presos políticos en Nicaragua fueron liberados y trasladados a Estados Unidos el jueves, incluidos los principales críticos del presidente Daniel Ortega, en lo que Washington describió como un "paso constructivo" para abordar los abusos de derechos humanos en el país centroamericano.
Un tribunal de Managua confirmó la excarcelación de 222 opositores presos. La noticia había sido anunciada poco antes por familiares y opositores exiliados, que indicaron que entre ellos figuraban la excomandante sandinista Dora María Téllez, la exprecandidata presidencial Cristiana Chamorro o Juan Lorenzo Holmann, pero no el obispo Rolando Álvarez ni otros sacerdotes. Sin embargo, el propio Ortega dijo por la tarde que el obispo "estaba en la fila (para abordar el avión) y empieza a decir que él no se va", por lo que fue enviado de vuelta a la cárcel en Managua.
Centenares de opositores fueron detenidos en el contexto de la represión que siguió a las protestas que estallaron en 2018 contra Ortega, reelegido en comicios cuestionados.
"Los deportados fueron declarados traidores a la patria y sancionados por diferentes delitos graves e inhabilitados de forma perpetua para ejercer la función pública [...], así como ejercer cargos de elección popular, quedando suspendidos sus derechos ciudadanos de forma perpetua", dijo el juez Octavio Rothschuh.
Por otra parte, los "traidores a la patria pierden la calidad de nacional nicaragüense", según la Ley 1145 aprobada por el Parlamento, controlada por partidarios del presidente Daniel Ortega, que reformó el Artículo 21 de la Constitución.
Arturo McFields, exembajador de Ortega ante la OEA destituido tras calificar a su país de dictadura y residente ahora en Estados Unidos, dijo que "estas personas están siendo desterradas por la dictadura de Nicaragua".
"En un país en democracia, un preso político es liberado, regresa a su casa, abraza a su familia y el Estado garantiza su seguridad. En Nicaragua, si alguien es liberado, no tiene esas garantías fundamentales: el derecho a la vida, a la libre movilización, a poder manifestarse y seguir siendo un ciudadano, por eso tienen que salir del país".
Apertura de puerta
El jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken elogió la liberación.
"La liberación de estos individuos (...) marca un paso constructivo para abordar los abusos contra los derechos humanos en el país, y abre la puerta a más diálogo entre Estados Unidos y Nicaragua sobre temas que preocupan", dijo Blinken en un comunicado.