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Difíciles, los próximos cinco años de una OEA polarizada
El gobierno de México calificó como patética la reelección de Luis Almagro al frente del organismo; la embajadora Baños le recuerda que lo rechaza un grupo importante de estados.
El gobierno mexicano criticó de manera frontal la reelección de Luis Almagro al frente de la Organización de Estados Americanos (OEA) ocurrida el pasado viernes.
“Inicia usted, señor secretario (Almagro) un segundo periodo, no sólo con la falta de apoyo, sino con el rechazo de un grupo importante de estados”, comentó la representante permanente de México ante la OEA, embajadora Luz Elena Baños Rivas.
La candidatura de Almagro cosechó 23 votos frente a 10 de su única competidora, la excanciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa, logrando la mayoría simple de los 34 miembros activos de la organización requerida según los estatutos.
Dominica estuvo ausente en la asamblea general extraordinaria realizada en la sede de la OEA en Washington, bajo estrictas medidas de seguridad por la crisis sanitaria. Ninguno de los cancilleres de los países estuvo presente dado las restricciones de viaje para evitar la propagación del coronavirus.
Los representantes de cada Estado miembro, muchos de los cuales llevaban tapabocas y guantes, estaban sentados distantes entre sí en una sala especialmente acondicionada para la reunión, según se podía ver en la trasmisión por Internet.
En claro mensaje sobre la polarización que ha detonado el actual secretario general sobre la crisis venezolana, la embajadora Baños señaló: “México, convencido de la imperiosa necesidad de revitalizar nuestra organización para que ejerza un liderazgo efectivo y no profundice aún más las divisiones existentes, decidió apoyar otra candidatura”, en referencia a María Fernanda Espinosa.
Votación secreta
El mandato de Almagro, de 56 años, fue renovado por votación secreta. Su postulación, presentada por Colombia, contaba con el respaldo declarado de Brasil, Bolivia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Panamá, Paraguay, Uruguay, y Venezuela (representada por el delegado del líder opositor venezolano Juan Guaidó).
“Mi agradecimiento a aquellos que llevaron adelante mi candidatura”, dijo el excanciller uruguayo, que está al frente de la OEA desde el 2015, destacando que seguirá siendo el secretario general de los 34 estados miembro.
En la sesión también fue reelecto luego por aclamación el actual secretario general adjunto de la OEA, Nestor Méndez, un diplomático de Belice de 49 años, único candidato al cargo.
Despedida de Mujica
“Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo sé irreversible, por eso ahora formalmente te digo adiós y me despido”, le escribió a Almagro el expresidente José Mujica el 18 de noviembre del 2015, en una carta divulgada por el semanario Búsqueda.
Todavía faltaban más de dos años para que el diplomático uruguayo dijera que no había que “descartar ninguna opción” en Venezuela, incluida una posible intervención militar. Y aunque luego se retractó, sus compañeros del Frente Amplio terminaron expulsándolo por unanimidad en un plenario en el que fue acusado de “traidor”.
Almagro se defendió acusando al Frente Amplio de antidemocrático y totalitario, y dijo que no quería ser parte de una organización que no condenaba fraudes electorales, torturas y crímenes de lesa humanidad.
El viernes, la embajadora mexicana le recordó a Almagro que “su elección es una patética expresión de lo que cualquier misión de observación electoral (MOE) observaría como malas prácticas”.
Todo parece indicar que vendrán más años de polarización en la OEA.