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Dirigentes de empresas líderes de EU discuten negativa de Trump a reconocer triunfo de Biden
Resolvieron felicitar al virtual presidente electo y alentar a los líderes republicanos del Congreso a respaldar su victoria electoral, con la esperanza de coadyuvar a una transferencia de poder sin problemas.
Alrededor de 30 líderes de las empresas más importantes de Estados Unidos tuvieron una reunión virtual de emergencia para discutir sobre la actitud asumida por el presidente, Donald Trump, luego de las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre, donde el demócrata Joe Biden resultó el virtual ganador, pero el mandatario en funciones se niega a reconocer.
En esa sesión, realizada mediante la plataforma Zoom en las que participaron los CEO de Goldman Sachs, Johnson & Jonhson y Walmart y moderada por el académico de la Universidad de Yale, Jeffrey Sonnenfeld, el fundador de la firma financiera Blackstone, Stephen Schwarzman, defendió la posición de Trump y sus afirmaciones en el sentido de que se están robando la elección.
De acuerdo con fuentes consultadas por el periódico británico Financial Times, en la discusión, realizada el 6 de noviembre, algunos de los participantes expresaron su preocupación por lo que está pasado en Estados Unidos e hicieron sugerencias en el sentido de que en esa nación podría estar al borde de un golpe de Estado.
Schwarzman habría estado en contra de esa percepción y trató de calmar esos temores al señalar que el presidente en funciones está en su derecho de impugnar los resultados de las elecciones y destacó que el proceso legal seguirá su curso.
Incluso el fundador de Blackstone, quien es un reconocido donante republicano y uno de los partidarios más destacados del presidente Trump, preguntó a sus interlocutores si no les sorprendió que los primeros votos en Pensilvania hubieran favorecido a Trump y luego, los conteos posteriores favorecieron a Biden (quien al final ganó 49.85% de los votos contra los 48.89% que obtuvo Trump).
Incluso les recordó que hubo informes que indicaban que las papeletas electorales seguían llegando un día después de las elecciones a las oficinas electorales y que algunas de ellas pudieron haber sido no reales.
En todo caso, les mencionó, serían los tribunales quienes deberían resolver si hubo ilegalidad o no.
Sin embargo, Brian Roberts, director ejecutivo de Comcast, con sede en Filadelfia, respondió a Schwarzman explicando que la legislatura estatal encabezada por los republicanos había impedido que los votos enviados por correo se contaran antes del día de las elecciones.
Horas después se le preguntó a la firma Blackstone una posición sobre lo expresado por su CEO en la mencionada reunión virtual. Respondió que, "como estadounidense, Steve (Schwarzman) cree que el sistema electoral es sólido y que el proceso democrático se desarrollará de manera ordenada y legal, como lo ha hecho a lo largo de la historia de nuestra nación".
Al final de la reunión muchos de los líderes empresariales resolvieron felicitar al virtual presidente electo, Joe Biden y alentar a los líderes republicanos del Congreso a respaldar su victoria electoral con la esperanza de coadyuvar a una transferencia de poder sin problemas.
Al principio de la sesión, los participantes conocieron una opinión del destacado académico Tim Snyder, historiador de Yale y autor de On Tyranny, en la que habría advertido sobre la posibilidad de un "golpe de Estado" y que las democracias casi siempre son derrocadas desde el interior.
“Para derrotar un golpe de Estado, la respuesta temprana de los líderes de opinión, incluidos los líderes empresariales, es muy importante. Incluso si piensa que lo que está haciendo Trump no va a funcionar, es muy importante no esperar a ver cómo responden los demás”, dijo.
En ese sentido, el profesor Jeffrey Sonnenfeld, mencionó al Financial Times que "algunos pensaron que era una exageración", pero que muchos directores ejecutivos se habían "alarmado" previamente por el discurso del presidente Trump, por lo que la advertencia del profesor Snyder solo hizo que se decidieran a hablar.
“Hubo una gran preocupación por las palabras del presidente y la reacción nacional, que estaba provocando más división en el país. Ninguno de ellos quiere una nación dividida. No quieren comunidades fracturadas. No quieren lugares de trabajo hostiles", expuso.