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EU convence a Mujica para que pida elecciones
Dos funcionarios del Departamento de Estado se comunicaron con el expresidente uruguayo para describirle con claridad el panorama.
Montevideo. El llamado del expresidente José Mujica a elecciones totales en Venezuela —una declaración que lo alejó, por ejemplo, de la postura de los Tupamaros, que pocos días antes habían saludado al “legítimo” gobierno de Nicolás Maduro— no fue un capricho ni un exabrupto del líder del Movimiento de Participación Popular (MPP), acostumbrado a irse de boca de cuando en cuando. Esa vez, sus palabras —difundidas a través de su audición en M24— fueron fruto de una larga reflexión que se originó en un diálogo con diplomáticos del país en el que centró sus críticas.
En los últimos meses del 2018, antes de que estallara el último foco de conflicto en el país caribeño, dos funcionarios de carrera del Departamento de Estado de Estados Unidos se comunicaron con Mujica y le pintaron un panorama que parecía confirmar sus peores presagios.
Los diplomáticos, que trabajan fuera de Uruguay, veían con preocupación cómo el entorno de Donald Trump ya estaba decidido a iniciar una intervención militar en Venezuela, y le pidieron al líder del MPP que contribuyera a evitar ese escenario, según relataron a El Observador fuentes políticas y confirmaron allegados a Mujica.
El centro de la conversación con ambos funcionarios –que consideraban que la vía armada era perjudicial tanto para Venezuela como para Estados Unidos– fue la necesidad de elaborar una salida alternativa a la guerra, que incluyera, al final del camino, elecciones libres y totales, como propondría públicamente Mujica meses más tarde.
Según contaron dirigentes cercanos al expresidente, fue producto de ese diálogo que Mujica tomó dimensión de la importancia de evitar un baño de sangre.
Aunque Mujica no habla hace años con Nicolás Maduro, a quien acusó en el 2016 de estar “más loco que una cabra”, sí mantiene contacto con integrantes del gobierno chavista. Con ellos se comunicó para ponerlos en conocimiento de la información que le acercaron los diplomáticos estadounidenses y al mismo tiempo tantear la predisposición a una transición por la vía electoral.
Mujica, que se ha expresado rotundamente en contra de la intervención militar y de las sanciones económicas, sabe que el llamado al diálogo es inocuo, prácticamente una quimera, si no está acompañado de acciones que alteren la correlación de fuerzas que hoy aseguran la continuidad de Maduro en el poder, especialmente el factor militar.
Al parecer, los límites ideológicos de Mujica tienen límites.