EU en la batalla por hacer los anticonceptivos accesibles

Oregon y California atrajeron la atención nacional este año como campos de batalla en la lucha por los anticonceptivos accesibles. Las nuevas leyes de ambos estados permiten a los farmacéuticos prescribir anticonceptivos hormonales a las mujeres de manera directa. Sin embargo, la lucha por un mayor acceso a los métodos de control natal no se libra sólo en la costa oeste; también está teniendo lugar en las pantallas de computadoras y smartphones en todo Estados Unidos.

Un puñado de empresas y organizaciones no lucrativas ha desarrollado sitios web y apps de teléfonos que permiten a las mujeres en la mayoría de los estados obtener una receta para comprar anticonceptivos orales sin tener que visitar a un médico, ya sea respondiendo a una serie de preguntas en línea o hablando con un médico a través de videollamadas. Muchas de estas apps, como Nurx, con sede en San Francisco, y el servicio de planificación familiar Planned Parenthood, entregan las píldoras anticonceptivas en la puerta de los usuarios.

Las aplicaciones tienen como objetivo solucionar un problema al que se enfrentan las mujeres adolescentes y adultas en EU: casi la mitad de los embarazos no son planeados unos 3 millones por año. Muchas mujeres se embarazan no debido a que su método de control de natalidad falla, sino porque nunca tuvieron acceso a ningún anticonceptivo en primer lugar.

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Algunas mujeres especialmente las jóvenes están nerviosas al preguntar a sus médicos por métodos de anticoncepción. Para otras, las citas con el médico tienen un costo demasiado alto: las mujeres de bajos ingresos pueden no ser capaces de cubrir los gastos de servicios médicos o no pueden permitirse el lujo de no ir a trabajar.

Las aplicaciones que recetan anticonceptivos son una respuesta innovadora, especialmente en lugares donde la política se interpone en el camino del progreso. Permitir que los farmacéuticos prescriban los anticonceptivos, como sucede en Oregon y California, requiere legislación y pocos estados están dispuestos a hacer un cambio tan controvertido.

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Lo mismo ocurre con los anticonceptivos que se venden en las farmacias: podría ser la herramienta más eficaz en la prevención de un embarazo no planificado, pero también es poco probable que gane fuerza política. En muchos casos, es el fabricante de un medicamento con receta, en lugar de los actores federales, quienes reclasifican un producto.

Las apps son una solución inteligente. Por supuesto, las soluciones reguladoras pueden traer riesgos. Algunos dudan de que las apps de venta de anticonceptivos con receta puedan detectar de manera adecuada a los usuarios con problemas de salud. A otros les preocupa que las mujeres que pueden obtener anticonceptivos de forma remota sean disuadidas de ver a su médico en persona.

Pero los médicos argumentan que los anticonceptivos orales son de tan bajo riesgo, como otros medicamentos que no requieren del visto bueno del médico, y las investigaciones han demostrado que las mujeres son capaces de autodetectar algún problema. Muchas apps también conectan a los pacientes con centros de salud donde pueden obtener más cuidados y recibir asesoría sobre otras formas de protección anticonceptiva.

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La mayoría de las apps de controles de natalidad con receta en venta va más allá de lo que exigen las normas médicas cuando se trata de las restricciones de edad y otras medidas de seguridad. A medida que evolucionen, deben seguir dando prioridad a la seguridad sobre la conveniencia.

Sin embargo, dada la frecuencia de embarazos no planificados, estas aplicaciones son lo que recetó el doctor.

mfh