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Ejecuciones hipotecarias amenazan la economía
La debacle deja expuesta una de las prácticas poco conocidas de Wall Street: durante más de una década, los grandes prestamistas vendieron sin documentos.
Washington DC. Las presiones del gobierno federal para que las firmas hipotecarias solucionen los problemas que afectan las ejecuciones por impago han dejado de lado una amenaza mucho mayor que se cierne sobre el sistema financiero y la economía estadounidense en su conjunto.
Más allá de la documentación descuidada, la debacle de las ejecuciones hipotecarias dejó expuesta una de las prácticas poco conocidas de Wall Street. Durante más de una década, los grandes prestamistas vendieron millones de hipotecas en todo el mundo a la velocidad de la luz, pero sin cumplir con la transferencia física de la documentación para comprobar la propiedad legal de los préstamos.
Ahora resulta que algunos de los sistemas de pensiones, fondos de riesgo y otros inversionistas que sufrieron enormes pérdidas con los préstamos, buscan aprovechar esta falla para obligar a los bancos a compensarlos, o bien, invalidar las mismas operaciones hipotecarias. Las acciones colectivas de estos inversionistas, de ser exitosas, podrían ocasionar enormes hoyos en los estados financieros de grandes bancos, además de suscitar cuestionamientos fundamentales sobre el propio sistema financiero, según analistas y legisladores.
Si los jueces se pronuncian en favor de las demandas colectivas, sería como una repetición del 2008 , dice el Director de la firma de inversión Graham Fisher& Co., en referencia al colapso de Wall Street tras la quiebra de Lehman Brothers.
Los analistas financieros y legales están divididos con relación a cómo puede resolverse el tema de la propiedad legal y sobre el daño potencial. Las instituciones y los investigadores están en un difícil proceso de desenredar la compleja cadena de préstamos que fueron vendidos de una institución a otra, un proceso que tardaría años, según los analistas.
De los casi 11 millones de millones de dólares en hipotecas que hay en EU, dos terceras partes fueron empaquetadas en instrumentos que se vendieron en todo el mundo. Cuando un cliente obtiene una hipoteca, el banco la colocaba en un paquete con cientos más para crear un título que se pueda operar como una acción. El proceso se llama bursatilización y por más de una década ha sido el método preferido para financiar deuda en EU.
Las firmas de Wall Street establecían sociedades o fideicomisos para levantar recursos de fondos de pensiones, universidades, fondos de riesgo o cobertura y otros para adquirir estos instrumentos hipotecarios. Así, los inversionistas compartían el flujo de efectivo de los pagos que realizaban mensualmente los consumidores. El problema surgió porque muchos estados exigen que cada vez que una hipoteca cambia de dueño, debe registrarse. La velocidad obligó a los bancos a tomar atajos e incumplir las leyes de registro.