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El de España, un gobierno Frankenstein
El Partido Popular ha sufrido una cacería por parte de algunos jueces y medios de comunicación, asegura el parlamentario de Cantabria.
Entrevista a Iñigo Fernández García, diputado del Parlamento de Cantabria.
Iñigo Fernández García preside la Comisión de Educación, Cultura y Deporte del Parlamento de Cantabria. En conferencia telefónica habla con El Economista sobre la situación actual de la política española y sobre López Obrador.
—¿De qué forma se va a regenerar el Partido Popular (PP) después de que el caso de corrupción Gürtel lo ha dejado muy debilitado?
El caso Gürtel ha afectado puntualmente a algunos altos cargos del PP. Pero este partido es muy amplio. Tiene miles de cargos públicos.
—Sin embargo, el presidente Mariano Rajoy quedó vulnerable por el caso. Después, llegó la moción de censura y su salida del gobierno.
A Mariano Rajoy no lo han echado los españoles ni ha perdido el gobierno en las urnas. Rajoy ha perdido el gobierno por una moción de censura, donde el promotor dispone del apoyo sólo de 84 diputados.
—La llegada de Pablo Casado a la presidencia del PP fue con el pie izquierdo. Todo parece indicar que su título de maestría en la Universidad Rey Juan Carlos lo obtuvo sin asistir a clases cuando el programa sí obligaba la asistencia.
Él ha insistido en que tiene todo perfectamente correcto y así lo informará a los tribunales en caso de que lo llamen a declarar.
—Existen testimonios de estudiantes de la misma generación de Casado que aseguran nunca haberlo visto. Hace unos meses, la presidenta de la comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, pasó por el mismo problema y renunció.
El presidente Pedro Sánchez también está siendo cuestionado por su tesis de doctorado. Prensa rigurosa y seria como ABC y El Mundo han publicado información muy comprometida sobre un posible plagio del presidente.
—El presidente Sánchez ya mostró su tesis. También la digitalizó y dos programas de computadora que analizan posibles plagios han descartado este caso.
Parece que en España ha habido en los últimos tiempos, por parte de determinados medios y también por parte de determinados jueces, una auténtica cacería contra el PP. Lo que estamos viviendo en España en los últimos días es una serie de cruces de acusaciones mutuas. Creo que al final estamos descentrando el tiro. Lo que ocurre en el caso del presidente del gobierno es que tuvo que buscar el apoyo de diputados populistas, de izquierda, de radicales catalanes y nacionalistas vascos. Es el gobierno Frankenstein.
—Aunque en las encuestas de intención de voto el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), al que pertence el presidente Pedro Sánchez, va adelante. ¿Ganaría las elecciones?
Las encuestas están hablando de un empate técnico entre el PP y el PSOE y muy próximos a ellos, Ciudadanos.
—Cataluña es otro de los casos que debilitó al entonces presidente Rajoy. La sociedad catalana no sólo está dividida, también polarizada.
Es que una minoría quiere imponer su voluntad a una mayoría. Las últimas elecciones autonómicas que se han celebrado, los partidarios de romper con España obtuvieron 47% de los votos y los partidarios de continuar unidos a España obtuvieron 53 por ciento.
—Es un porcentaje muy elevado, el de los independentistas.
Sí es muy alto, pero lo que es intolerable es que la minoría quiera imponerle su voluntad a la mayoría y que las instituciones españolas miren hacia a otro lado en un contexto así.
—¿Qué opinión le merece la llegada de López Obrador a la presidencia?
Me preocupa mucho el rumbo que pueda tomar México. Hemos visto a dónde ha conducido el populismo en países tan prósperos como era Venezuela y con tantas posibilidades como era Cuba. México no debe precipitarse por el camino del populismo, que se reduce a ofrecer respuestas simples a problemas complejos.