El día del plebiscito global

El día de hoy quizá algunos miles de millones de personas votaremos a través de tuits, pensamientos contenidos (espiral del silencio), charlas y/o urnas por Hillary Clinton o Donald Trump.

El tamaño del planeta ha sido reducido por la revolución de la tecnología como nunca antes había sucedido. Pero no sólo la tecnología y el rasgo geoestratégico de las elecciones presidenciales de Estados Unidos son los dos únicos motivos que vincularán el día de hoy nuestra atención con las elecciones, es Donald Trump, el hoy actor número uno de la telerrealidad, quien convirtió la naturaleza de las elecciones en una especie de plebiscito global.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan desea que Hillary Clinton pierda las elecciones para reafirmar su reacomodo estratégico en contra de Estados Unidos, después del misterioso intento de golpe de Estado que sufrió el pasado 15 de julio; Nicolás Maduro le estará pidiendo al pájaro emisor de Hugo Chávez que le ayude a Trump a ganar las elecciones. El mandatario venezolano no encontrará mejor pretexto para sortear el referéndum revocatorio, que un terremoto político global.

Mientras que los mexicanos ya votaron por Hillary desde que Trump, al lanzar su campaña, prometió levantar un muro fronterizo para evitar que violadores crucen hacia su país, el presidente Peña Nieto sabe que tendrá una relación compleja con Hillary Clinton. La tendrá no por la visita de Trump a Los Pinos sino por dos temas de la agenda de la demócrata con México: derechos humanos y PAN.

Es verdad que el presidente ruso Vladimir Putin apuesta por Donald Trump para resetear el problema de Oriente Medio. El candidato republicano sería mucho más pragmático en un escenario descompuesto desde 2002. ¿Negociar con Bachar el Assad bien vale la pena cuando la contabilidad roja en Siria apunta a los 400 mil muertos y 11 millones de desplazados y/o refugiados. Hillary Clinton será continuista.

Los presidentes de Cuba e Irán apuestan por Hillary. Los pactos diplomático y nuclear firmados por Obama con ambos, respectivamente, caerían en un severo riesgo en manos de Trump. Netanyahu desea que llegue el 20 de enero, fecha de mudanza de Obama. La mala relación entre ambos será recordada y analizada por historiadores. Los Castro no quieren experimentar con improvisados. Esperaron 50 años.

Por fin, hoy llega el final de un ciclo. No sabemos si de la política o el de la improvisación.