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Geopolítica

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En el mismo día que Biden conmemora la masacre de Tulsa, en EU anuncian que los restos de un supremacista irán a museo

Nathan Bedford Forrest, cuyos restos serán colocados en un museo, fue un general del ejército confederado, favorable a la esclavitud durante la Guerra Civil estadounidense y el primer "Gran Mago" de la organización racista Ku Klux Klan.

Manifestaciones de ciudadanos que simpatizan con las ideas de los confederados. Foto: Reuters.

Manifestaciones de ciudadanos que simpatizan con las ideas de los confederados. Foto: Reuters.

Washington.- En Estados Unidos se puso en marcha un proyecto para desenterrar a un líder del Ku Klux Klan y trasladar sus restos a un museo, informaron medios de Estados Unidos, que añadieron que el esfuerzo se financiará con 200,000 dólares de donaciones anónimas.

Nathan Bedford Forrest fue un destacado general del ejército confederado favorable a la esclavitud durante la Guerra Civil estadounidense y el primer "Gran Mago" de la organización racista Ku Klux Klan entre 1867 y 1869.

Primero se retirará un pedestal situado sobre su tumba en un parque de Memphis (Tennessee), antes de que sus restos, junto con los de su esposa, sean trasladados al nuevo Museo Nacional de la Confederación, según informó el canal de noticias WMC5.

Una estatua de Forrest fue retirada del parque en 2017.

El debate sobre la retirada de los monumentos confederados lleva años latente en Estados Unidos mientras el país examina su complicado pasado racial.

El tema es especialmente sensible en Memphis, donde el líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr. fue asesinado el 4 de abril de 1968.

Forrest, que murió en 1877, fue una figura controvertida en la historia del Sur. Comerciante de esclavos y propietario de plantaciones de algodón, sus tropas fueron acusadas de ejecutar a cientos de soldados afroamericanos del ejército de la Unión que se rindieron en la batalla de Fort Pillow en 1864.

Joe Biden, presidente de Estados Unidos, realizó este martes una histórica visita a la ciudad de Tulsa, Oklahoma, para "romper el silencio" y prometer cerrar la gran brecha racial que aún existe en el país.

La visita conmemoró un siglo después de la masacre que azotó a la población negra de Tulsa.

Los hijos, nietos y bisnietos de las víctimas esperaban que el presidente hiciera justicia en nombre de los que no sobrevivieron.

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