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Greenpeace demandará a la UE por considerar "verdes" el gas y la energía nuclear
Greenpeace llevará a los tribunales a la Comisión Europea por su decisión de incluir el gas y la energía nuclear en la lista de inversiones de la Unión Europea que pueden calificarse como "verdes", según anunció este jueves la organización.
Greenpeace llevará a los tribunales a la Comisión Europea por su decisión de incluir el gas y la energía nuclear en la lista de inversiones de la Unión Europea que pueden calificarse como "verdes", según anunció este jueves la organización.
Greenpeace solicitó en septiembre una revisión formal de la decisión de la Comisión, argumentando que la Unión Europea había violado sus propias leyes sobre el clima al etiquetar como sostenibles algunas inversiones en gas y energía nuclear.
Después de que Bruselas rechazó su petición de retirar las normas, Greenpeace dijo que presentaría una demanda ante el máximo tribunal de la Unión Europea en abril, alegando, entre otras cosas, que los límites de emisiones de CO2 para las centrales de gas son demasiado laxos para que la UE alcance sus objetivos climáticos.
Lucharemos frente esta falsa etiqueta verde en los tribunales", declaró Ariadna Rodrigo, activista de Greenpeace.
Otros cuatro grupos -WWF, Amigos de la Tierra Alemania, Transport & Environment y ClientEarth- también habían solicitado a Bruselas la retirada de la etiqueta verde para el gas. Las organizaciones dijeron el jueves que estaban estudiando sus próximos pasos.
Un portavoz de la Comisión dijo que había evaluado las reclamaciones y llegado a la conclusión de que sus normas de financiación verde no contravenían la legislación medioambiental.
"La Comisión no modificará la Ley Delegada Complementaria", dijo el portavoz, que añadió que las normas etiquetan las inversiones en gas y energía nuclear como sostenibles bajo "condiciones estrictas" que se revisarán cada tres años.
"Esto se ajusta a nuestro camino hacia la emisión neta cero, en el que el gas y la energía nuclear se reconocen como partes importantes de la transición en varios Estados miembros", dijo el portavoz.
Países como España y Dinamarca argumentaron que no era creíble etiquetar el gas, un combustible fósil que emite CO2, como respetuoso con el clima. Polonia y Bulgaria fueron algunos de los que solicitaron normas de apoyo a las inversiones en gas, para ayudarles a abandonar el carbón, más contaminante.
El debate en la UE sobre la conveniencia de usar el gas como combustible "puente" entre el carbón y las energías renovables se ha intensificado después de que el año pasado Rusia, principal proveedor de gas de Europa, redujo drásticamente el suministro tras la invasión de Ucrania.