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Harris aprueba el examen frente a un Trump sin vitalidad
La candidata demócrata logró colocar contra las cuerdas al expresidente republicano que nunca quiso mirar a su rival.
Filadelfia. El republicano Donald Trump y la vicepresidenta demócrata Kamala Harris se enfrentaron el martes por la noche sobre el aborto, la economía, la inmigración y los problemas legales de Trump en su combativo primer debate presidencial, cada uno buscando un momento que altere la campaña en su reñida elección.
La exfiscal Harris, de 59 años, pareció meterse bajo la piel del expresidente con una serie de duros ataques, lo que provocó que Trump, visiblemente enfadado, soltara una retahíla de réplicas llenas de falsedades.
Mientras que Kamala Harris se sentía más cómoda al responder interrogantes sobre temas sociales, el expresidente respiraba hondo al responder cuestionamientos de tipo económico.
Trump intentó arrinconar a Harris señalándola como responsable de las malas decisiones del presidente Biden, la candidata demócrata aguantó un par de menciones sobre el tema, pero después reviró y mencionó: “Yo no soy Joe Biden”.
Los candidatos abrieron el debate centrándose en la economía, un tema que según las encuestas favorece a Trump.
Él lanzó sus ataques hacia la inflación: como “la peor en la historia de Estados Unidos”, señalando que ha sido “30% más durante el gobierno de Biden”.
A la demócrata le cuesta entrar al tema, pero bautizó su plan como “Economía de oportunidades”, y resaltó que, a diferencia de Trump, a ella le interesa “hablar del futuro” y de su plan de incentivos para las microempresas a quienes apoyaría con 50,000 dólares y a las parejas que tengan su primer hijo con 6,000 dólares.
Kamala se defendió al decir que, entre la herencia del presidente Trump se encontraron “la peor tasa de desempleo”. Trump señaló a la pandemia como culpable.
Trump mencionó en varias ocasiones el nombre de Joe Biden, con el objetivo de vincular a Harris con su gobierno: Kamala se molestó y en dos ocasiones dijo: Yo no soy Joe Biden.
Los candidatos chocaron en temas como inmigración, política exterior y atención sanitaria, pero el debate no abordó los detalles políticos específicos.
China
El país asiático no podía faltar como centro de la polémica. Kamala Harris acusó a Trump de venderle chips a China, pero de inmediato el republicano le dijo que es Taiwán el que tiene chips, no Estados Unidos.
En una sola ocasión se mencionó a México. Lo hizo Trump para señalar que China está produciendo autos en el país.
Fue Venezuela y no México el país que más mencionó Trump vinculándolo con la delincuencia. “Las tasas de delitos han bajado en Venezuela porque nos mandan a todos los delincuentes”.
Harris señaló a Trump de ser el hazmerreír internacional, fácilmente manipulable por algunos de los peores líderes del mundo.
"He hablado con líderes militares, algunos de los cuales trabajaron con usted, y dicen que es una vergüenza", dijo. Y añadió: es "bien sabido que esos dictadores y autócratas están deseando que vuelvas a ser presidente porque lo tienen muy claro: pueden manipularte con halagos y favores".
Trump aseguró que "Israel desaparecerá" bajo una presidencia de su rival Kamala Harris.
"Ella odia a Israel. Si se convierte en presidenta, no creo que Israel exista en dos años", dijo el expresidente estadounidense. "Israel desaparecerá", repitió el expresidente Trump.