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Independentistas pierden mayoría; el procés, enterrado
Por primera vez en la historia, el Partido Socialista de Catalunya, con Salvador Illa, ganó las elecciones al Parlamento en votos y en escaños.
Barcelona. Los socialistas del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, consiguieron una importante victoria en las elecciones regionales de Cataluña, asestando un duro golpe a más de una década de gobiernos separatistas y enterrando el procés, periodo en el que creció el independentismo.
La candidatura encabezada por Salvador Illa, exministro de Sanidad durante la pandemia de Covid-19, logró 42 escaños de los 135 del Parlamento de esta región del noreste español, nueve más que en los comicios anteriores, en 2021. Mientras que el partido separatista de línea dura Junts logra el segundo lugar con 35 escaños, y el partido separatista más moderado Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) logró 20 escaños.
"Desde hoy se abre una nueva etapa en Catalunya", presentó Sánchez en un mensaje en su cuenta de X, donde felicitó a Illa por su "resultado histórico".
Poco antes, frente a los militantes que le aclamaban en la sede socialista en Barcelona, Illa le había agradecido sus "políticas" y "liderazgo" como un factor clave para el triunfo.
Los resultados en esta importante región de ocho millones de habitantes, y uno de los motores económicos del país, son una gran noticia para Sánchez, que pretendía demostrar que su política a favor del "reencuentro" era efectiva y conseguía restarle fulgor al separatismo.
El mayor partido de la oposición en España, el conservador Partido Popular, también tuvo una buena noche, con el mayor aumento desde la última votación en 2021, de tres escaños a 15 el domingo. La participación en la votación fue notablemente baja, del 58 por ciento.
Desgaste independentista
El resultado parece una amenaza existencial para la gobernabilidad separatista en Cataluña, que lideró en 2017 un referéndum independentista ilegal y una declaración de independencia que provocó la peor crisis institucional de España en más de 30 años.
También representa una reivindicación de la controvertida apuesta del presidente del Gobierno socialista español, Pedro Sánchez, por normalizar las relaciones con la convulsa Cataluña, lo que incluye la concesión de indultos a condenados por la campaña independentista y, más recientemente, una polémica amnistía que incluye a otras personas aún procesadas.
Ningún partido tiene una mayoría clara y existen profundas divisiones ideológicas entre ellos, sigue existiendo el riesgo de que haya que repetir la votación.