Lectura 2:00 min
Indígenas guatemaltecos relatan genocidio
"Sólo quedaron unos huesos y cenizas", relató ayer 8 de abril, entre lágrimas el indígena Juan Brito, al narrar las muertes de su esposa y sus cuatro hijas pequeñas a manos de militares el 20 de enero de 1982, en un juicio contra un general por genocidio de aldeanos mayas en Guatemala.
Ciudad de Guatemala. "Sólo quedaron unos huesos y cenizas", relató ayer 8 de abril, entre lágrimas el indígena Juan Brito, al narrar las muertes de su esposa y sus cuatro hijas pequeñas a manos de militares el 20 de enero de 1982, en un juicio contra un general por genocidio de aldeanos mayas en Guatemala.
Las mataron a balazos y luego quemaron sus cuerpos dentro de la humilde casa de madera en una remota aldea maya, contó Brito en el segundo día de audiencias en el caso contra el general retirado Benedicto Lucas García, de 91 años.
Durante la guerra civil guatemalteca (1960-1996), la población maya ixil era acusada por los militares de servir de base de apoyo a guerrilleros de izquierda.
Vestido con camisa beige y suéter café, Brito, de 70 años, es uno de los sobrevivientes de una matanza en la aldea de Pexlá que compareció ante magistrados de un tribunal en la capital guatemalteca. Habló en lengua maya.
"Los soldados mataron bastantes niños, mujeres y mujeres embarazadas", contó Brito, quien señaló que los militares irrumpieron en la aldea temprano en la mañana, mientras dormían sus cuatro hijas, la mayor de siete años.
Condenado anteriormente por otros crímenes de lesa humanidad, Lucas García siguió la audiencia vestido con una bata blanca desde una sala en un hospital militar donde cumple su condena de 58 años de prisión.