Buscar
Geopolítica

Lectura 3:00 min

Insurgentes asaltan el cuartel general de Gaddafi

Fuerzas rebeldes invadieron el corazón del bastión fortificado de Muammar Gaddafi, Bab al-Aziziyah. De esta forma, tomaron el mando del cuartel general del líder libio, en lo que podría ser una señal que indique el final de la batalla por Trípoli.

Trípoli. Fuerzas rebeldes invadieron el corazón del bastión fortificado de Muammar Gaddafi, Bab al-Aziziyah. De esta forma, tomaron el mando del cuartel general del líder libio, en lo que podría ser una señal que indique el final de la batalla por Trípoli.

Transmisiones en vivo de la cadena Al-Jazeera mostraron a combatientes saludando desde el exterior de la casa -bombardeada en 1986 por aviones de guerra estadounidenses y a la cual Gaddafi preservó como monumento de su supervivencia a los ataques-, así como trepando la estatua de bronce de Gaddafi tomando su puño un avión F-16, misma que fue erigida para conmemorar el ataque.

Las fuerzas rebeldes también ocuparon los extensos campos. Allí, simpatizantes de Gaddafi se reunieron para servir como escudos humanos durante la campaña de bombardeos de la OTAN.

No encontraron indicios de Gaddafi y muchos libios sospechan que pudo haber abandonado desde hace mucho tiempo su refugio amurallado. Ésta fue, sin duda, la sede de su poder; sin embargo, la carpa en la que recibió a dignatarios ahora se mostraba inundada de las fuerzas rebeldes mostrando señales de victoria. Gaddafi pronunció su primer discurso desafiante desde la casa bombardeada al inicio de la revuelta y la televisión estatal libia mostró regularmente imágenes de él manejando un carrito de golf mientras saludaba a sus partidarios.

El asalto se dio horas después de que el hijo de Gaddafi, Saif al-Islam, apareció públicamente para incitar a sus seguidores y provocar a los rebeldes, quienes invadieron la ciudad durante el fin de semana.

Combatientes rebeldes manifestaron que aviones de la OTAN bombardearon el baluarte Bab al-Aziziyah, dejando severamente dañadas tres murallas alrededor de la fortaleza, facilitando así la entrada de los insurgentes.

Describieron el complejo como una fortaleza masiva llena de búnkers subterráneos.

A las ratas les encanta estar bajo tierra y él es una rata se refirió a Gaddafi Lehadi Afshoot, uno de los comandantes rebeldes.

Cerca del hotel Rixos, donde periodistas extranjeros se hospedan, el hijo de Gaddafi, Saif al-Islam, apareció en la mañana para refutar las afirmaciones de los rebeldes de que había sido capturado. También afirmó que las fuerzas leales al gobierno están ganando la batalla por Trípoli, potencialmente el combate decisivo de esta rebelión que ha durado seis meses.

La aparición de Saif al-Islam se presentó justo después de que ataques lealistas replegaran a las tropas rebeldes de puntos estratégicos, enfriando así las esperanzas de que la batalla por el control de Trípoli estaba cercana a su fin.

Entre tanto, el gobierno de Obama anunció planes para entregar hasta 1,500 millones de dólares en fondos congelados de Libia a la Alianza Rebelde, dinero que podría ser usado para ayuda humanitaria dentro de los próximos días.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Noticias Recomendadas

Suscríbete